Tranquilo, Nicolás, no te preocupes por nosotrxs, que estamos bien.

Tranquilo, Nicolás, no te preocupes por nosotrxs, que estamos bien y seguimos confinados para tratar de evitar los nuevos peligros de contagio que nos acechan. 

De momento, al dar libertad de movilidad por toda la provincia, incluido la de vivir en la segunda residencia es dar vía libre para que el virus se extiendo por cientos de pueblos rurales de despoblación severa, que por ahora, en la práctica totalidad de los mismos estaban limpios del maldito Covid-19.

Y es que, amigo Nico, al Corredor del Henares, la capital y su periferia, (superpobladas y muy contagiadas de Covid-19) se les ha dado el derecho a moverse por toda la provincia, incluido el derecho a vivir en sus segundas residencias que tienen en nuestros pueblos rurales y  que componemos el 80% del territorio total.

 Y es que en realidad, está la parte de la provincia de nuestros pueblos rurales, tan minoritaria en población como mayoritaria en superficie, que somos una provincia absolutamente distinta y sin nada en común con la otra, con la superpoblada antes definida; sin que en ningún ámbito de la vida tengamos nada en común entre ambas.

La nuestra rural por desgracia padece despoblación severa y, además, es  un paisanaje muy envejecido, la mayoría muy vulnerables, pero que teníamos la fortuna de que nuestros pueblos estaban limpios Covid-19 hasta el momento.

Explicar esto bien requiere  otra carta más argumentada y señalando con el dedo a los a los políticos responsables de dar vía libre para traernos el virus a nuestros pueblos desde la Guadalajara superpoblada. Esa carta la tendrás enseguida. De momento, hemos decidido confinarnos un mes a ver qué pasa y en función de ello decidiremos. No sería de extrañar que nos tocara estar confinados todo el año

Ya ves qué paradoja, Nicolás, en la fase 0, nosotrxs salíamos una hora a dar un paseo y ahora con la fase 1, nos vemos obligados a confinarnos si no queremos correr riesgos reales de que nos atrape el virus. 

Sabes lo vulnerables que somos mi compañera y yo, tanto por edad, como por nuestro estado de salud. Y en casos de vulnerabilidad similar a la nuestra hay muchos cientos de personas por estos pueblos rurales.

Un abrazo muy fuerte, Nicolás