Hasta tú, Nicolás, que estás lejos de España, sabes de sobra el descaro con el que vienen utilizando los controladores aéreos su herramienta de presión y chantaje a los sucesivos gobiernos. Por lo tanto, creo que estarás de acuerdo conmigo, que era la evidencia misma, que volverían a utilizarla, y todavía más a fondo, cuando el Gobierno aprobara el Decreto que daba vía libre a la privatización de AENA y quitaba o reducía a los controladores una buena parte de los privilegios laborales que, irresponsablemente, les fueron concediendo los gobiernos de turno.
Si unimos a lo anterior, el ineludible deber que tiene el Ejecutivo de garantizar el tráfico aéreo como servicio básico para la libre movilidad de los ciudadanos, fácil es comprender, Nicolás, que ni siquiera al que asó la manteca, se le hubiera ocurrido elegir la fecha de la víspera del principal puente del año para llevar el referido Decreto a la aprobación del Consejo de Ministros y, sin embargo, ese fue el día elegido.
Desde la lógica y desde el sentido de la responsabilidad, yo no soy capaz de encontrar una sola razón coherente que explique y justifique, por qué el Gobierno decide aprobar el Decreto en la fecha que más trastornos podían causarle a la población los chantajes de los controladores. No se, pues, Nicolás, de qué otros supuestos puedo partir para no dejar sin respuesta las siguientes preguntas que me hizo el otro día un amigo por mail:
¿Y por qué eligieron para llevar el Decreto al Consejo de Ministros la fecha en qué más daño podrían causar los controladores a la población, cuando es un deber inexcusable del Gobierno garantizar el tráfico aéreo? ¿O es que fue el propio Ejecutivo el que decidió deliberadamente hacer dejación de ese deber y elegir adrede la fecha mas propicia de que los controladores pudieran hacer algo gordo para que la propia población se les echara encima y fuera ella misma, quien le pidiera al Gobierno medidas contundentes contra los controladores?
La segunda pregunta es muy fuerte, la verdad, aunque a falta de respuestas coherentes, no tiene nada de ilógico que haya gente que se lo pueda preguntar. Yo mismo, Nicolás, en mi afán de hallar una explicación al por qué de un despropósito tan grande para el que no encuentro respuestas, también lo he llegado a contemplar como hipótesis, pero cuando pienso en la sucia manipulación de la opinión pública que ello supondría, me niego a admitir que un Gobierno pueda recurrir a semejante vileza.
Como ya denuncio en mi carta anterior, el Gobierno ha hecho una campaña contra los controladores sesgada. Cierta en la denuncia del chantajismo de estos desagradecidos beneficiados y falsa en la explicación de los privilegios, cuyos principales responsables no pueden ser nunca los que los recibieron, sino los sucesivos gobiernos que, irresponsablemente, se los otorgaron con el dinero público de todos.
Es evidente, que el Gobierno ha hecho esta sesgada campaña, buscando tener a la opinión pública de su lado y radicalmente en contra de los controladores, para cuando llegara el decisivo momento de privatizar AENA y de recortarles sustanciales privilegios concedidos de forma tan legal, como vergonzosa. Rechazo, por supuesto, que desde el poder se haga una campaña con mezcla de verdad y mentira, aunque no me sorprende, ni me llevo las manos a la cabeza, porque en España, desgraciadamente, las medias mentiras y las mentiras enteras forma parte del juego político. Pero me niego a pasar de ahí, me niego a admitir como probable, lo que se pregunta mi amigo en la segunda interrogante que se hace y que yo mismo también me pregunté en un momento dado, aunque desistí enseguida, por parecerme imposible que un gobierno democrático pudiera hacer algo tan maquiavélico, vomitivo e indigno. Prefiero pensar, si no encuentro razones consistentes, que es mí limitada inteligencia la que no sabe buscarlas.
Antes de concluir, quiero exponer, Nico, una hipótesis, por si la misma pudiera servir, al menos en parte, para entender de alguna manera el despropósito de la elección de la fecha. Supongamos que al elegir el día para aprobar el Decreto no se dieron cuenta de los riesgos que conllevaba esa fecha o que, incluso, dándose, no creían que los controladores llegaran tan lejos. Pensemos, por otro lado, que ese mismo día se llevaba a la aprobación del Consejo de Ministros la antisocial y dramática medida de suprimir los 426 euros a los parados de larga duración. ¿No podrían haber caído los ministros en la tentación de creer, que la polarización de la opinión pública contra los controladores, les permitía colar de rondón la impopular medida contra los parados, sin que apenas se percibiera de ello la ciudadanía y que les convenía afrontar las dos cosas a la vez?
Ya se, Nicolás, que es una hipótesis bastante enclenque, porque suponer que no fueron conscientes de los riesgos que implicaba la fecha es mucho suponer; como también creerse que los controladores no aprovecharían a fondo para el chantaje una fecha tan pintiparada e, incluso, también parece excesivo suponerle al Gobierno un miedo tan grande a tomar la medida contra parados de larga duración, como para recurrir a solaparlo con el otro indignante y polarizante acontecimiento.
Pero bueno, tenía la necesidad de exponerte esta hipótesis, aunque nada más sea para demostrarte que lo he barajado todo y que me he estrujado los sesos en intentar encontrar una explicación o algo que se le pareciera. Al no encontrarla, me queda una carta, que se parece a los programas de Iker Jiménez del IV Milenio, donde las interrogantes casi nunca tienen respuestas. A lo sumo, hipótesis cogidas con alfileres.¡Qué le vamos a hacer!
jueves, 23 de diciembre de 2010
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Controladores (I)
Estaba ayer, Nicolás, escribiéndote una carta sobre las carreteras de la comarca, cuando veo por la tele comparecer en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados al ministro del ramo, Señor Blanco.
Me pongo a oírlo y, en un momento dado, le escucho una frase, que el noventa y nueve por ciento de los mortales no seríamos capaces de pronunciar por no estar dotados del altísimo grado de cinismo que se requiere para ello. Esta es la frase: Los controladores habían levantado un edificio de privilegios, cuyo elemento más visible era el de sus salarios desproporcionados
Claro que habían levantado un edificio de privilegios, Sr Ministro, pero no los controladores, si no Vds, que eran los que gobernaban, hacían las concesiones y firmaban los convenios al pie del texto que contenía las prebendas. Los controladores eran los que tomaban los privilegios, ciertamente; pero quienes se los otorgaban eran Vds; o para ser más precisos: Vds y el PP, que son los que alternativamente han venido gobernando al país durante más de un cuarto de siglo.
Vds y el PP o el PP y Vds -tanto monta, monta tanto en este caso- son los que han llevado a cabo año tras año esta escandalosa política de descaradas gangas a los controladores. Sin embargo, en vez reconocerlo y pedirle perdón a la ciudadanía por ello, que era lo mínimo que cabía esperar después de ver donde han desembocado las cosas, se limitan a esconder en la trastienda sus propias responsabilidades y por si no era suficiente, dan un paso más y nos dicen que han sido los propios controladores los que han levantado el edificio de privilegios. Hablo en plural, porque si bien es cierto, que ha sido el ministro quien ha pronunciado la frase, no lo es menos, que el PP la escuchó y no hizo observación alguna, y el que calla, otorga.
Sabiendo cómo se las gastan, Nicolás, conociendo cómo se tiran los unos al cuello de los otros apenas creen encontrar un motivo, resulta una auténtica desvergüenza el pacto tácito de no agresión que ambos partidos están manteniendo en esta ocasión, para ocultar sus propias responsabilidades sobre la indecente política de privilegios a los controladores que han llevado a cabo durante tanto tiempo unos y otros. No me cabe la menor duda, que si sólo hubiese estado implicado un partido en esa nefasta y arbitraria política, el otro se estaría dedicando estos días a sacar tajada electoral de ese deshonesto malhacer y magnificaría semejante irresponsabilidad hasta considerarla el origen y la causa de todo lo que está sucediendo. Pero al estar implicados ambos, era preferible esconder sus responsabilidades mutuas en la trastienda.
Este pacto tácito deja igual de mal a los unos que a los otros, pero llama más la atención en el PP por lo acostumbrado que nos tiene a sus continuas y exacerbadas críticas al gobierno y porque callar y ocultar, queda peor cuando se hace desde la oposición.
Seguiremos sobre el asunto, Nicolás, porque aparte de la presión chantajista de los controladores aéreos de la que tanto se han ocupado los medios, hay más cosas que merecen ser comentadas, aunque no estén en la línea de lo “políticamente correcto”, como es el caso de esta carta.
lunes, 15 de noviembre de 2010
Los tremendos esfuerzos de algunos pueden hacer realidad el Parador en apenas un cuarto de siglo más
Tú me conoces mejor que nadie, Nicolás, y sabes que entre mis muchos defectos no está el de escatimar esfuerzos para luchar por las cosas que creo. Pues que lo sepas, Nico, aún con mi forma de ser, me siento extrañado, alucinado y conmovido por los durísimos y exacerbados esfuerzos de nuestros distinguidos representantes Alique, Barreda y David Pascual por conseguir dinero en la repesca de los Presupuestos del Estado para hacer el Parador de Molina.
¡Cómo tienen que estar de extenuados los pobres!, Nicolás. No quiero ni pensarlo. Fíjate si estarán agotados, que no les ha quedado ya aliento para luchar por incluir una enmienda en los presupuestos para hacer el primer tramo de la Autovía Alcolea-Monreal del Campo. Este no saber medir las fuerzas y agotar hasta el último átomo de energía en la pelea por el Parador, le ha tenido que fastidiar especialmente al Sr Barreda, que se había comprometido con La Otra Guadalajara a que la Autovía no se quedaría en una mera promesa electoral del Sr Zapatero, sino que estaría acabada o al menos muy avanzada antes de acabar la presente legislatura. Pero bueno, hay que entenderlo, se ha dejado la piel en el Parador, no le quedaban más fuerzas y punto. Además, la hazaña de conseguir un millón de euros para el Parador ahí queda para la historia.
No se, Nicolás, si el millón de euros lo emplearán en algún tramite previo que les quede, o en la explanación del terreno o si no lo gastarán siquiera, pero lo cierto es, que si cada año se sigue con esta tenacidad y se va arañando el correspondiente millón, en 27 fases correspondientes a otros 27 años tendríamos Parador, que es lo que cuenta. Los costes son: Unos veintidós millones la obra y entre cuatro y cinco el acondicionamiento interior. Por otra parte, eso del tiempo es muy relativo. Por ejemplo: ¿qué son veintisiete años comparado con la eternidad? Pues nada, ni siquiera un soplo.
Ojo, Nicolás, que no quiero pecar tampoco de optimista ni lanzar las campanas al vuelo, porque para tener Parador en veintisiete años, se tiene que dar la favorable circunstancia de que, los importantes puestos políticos que ahora ocupan estos tres tenaces luchadores, sigan ocupados por perosnas igual de esforzadas y eso no será nada fácil, salvo que tengamos la inmensa suerte de disfrutar de estos mismos cargos durante veintisiete años más, que ellos sí sabemos que se dejan la piel en el empeño.
Si queremos preservarlos, lo primero que tenemos que hacer es cesar en las exigencias, porque si tras lo agotados que están, encima los presionamos, podría ocurrir que un día se cansaran y lo dejaran y entonces, los que nos quedaríamos hechos polvo, seríamos los demás. No seamos, pues, impacientes.
Me preocupa especialmente el Alcalde de Molina. Si ya alardeó de que si no conseguía dinero para el Parador dimitiría y ahora cuando llega el millón se le critica y se le dice, que lo conseguido y nada es lo mismo, pues lo lógico es que acabe desmoralizándose y dejándolo. Sería mejor tranquilizarlo; decirle que un millón es la leche, que es un éxito sin precedentes. Y si las injustas críticas hubiesen calado ya tanto en él, que ni con esos argumentos se le pudiera consolar, pues entonces tirar del plan b y decirle, que no se preocupe, que él no es el principal responsable, ya que de ser cierto lo que comenta la vox pópuli, tan sólo se habría limitado a decir, lo que le dicen que diga.
martes, 9 de noviembre de 2010
El Parador de Molina como botón de muestra.
Te envío; Nicolás, el comunicado público que acaba de sacar La Otra Guadalajara sobre el Parador de Molina, para que te sirva de botón de muestra de cómo se las gastan las instituciones gobernantes con esta comarca, de cómo tratan de demorar hasta lo indecible sus propias promesas y lo poco que les importa intentar engañar a la gente con propuestas-simulacro, que nada tienen que ver con las que se necesitan.
"Ante las lamentables declaraciones de ciertos cargos institucionales del PSOE a consecuencia de la enmienda de un millón de euros para el Parador de Molina de Aragón introducida por este grupo parlamentario en los Presupuestos Generales del Estado para 2011, La Otra Guadalajara quiere manifestar públicamente lo siguiente:
1) El Parador de Molina fue una promesa del Gobierno en el 2005, en medio de la tragedia humana y el desastre ecológico causados por el incendio que costó la vida a 11 personas y asoló 13.000 has de bosque. Dadas las graves circunstancias, se prometió hacerlo enseguida para tratar de paliar en lo posible los efectos de los daños causados. Sin embargo, y a pesar de que cada año nos dicen que se hará al año siguiente, la realidad es: que no lo han hecho aún, ni lo piensan construir tampoco en 2011.
2) Estas constantes dilaciones nos vienen produciendo a los ciudadanos de esta comarca una decepción y una desconfianza cada vez mayor. No obstante, queríamos pensar, que una vez agotadas todas las excusas para seguir aplazando su construcción, se incluiría, al fin, en los Presupuestos para 2011 una partida económica (22 millones de euros), para hacer la obra, pero nos ha tocado sufrir otra decepción más, mezclada con mucha indignación, al comprobar que no se ha incluido tal partida en los citados presupuestos.
3) Los argumentos del diputado por Guadalajara, Sr Alique, de que “son unos presupuestos austeros a consecuencia de la crisis y que por eso no se incluía la obra del Parador”, resultarían inadmisibles por el sólo hecho de que no pueden hacerse recortes presupuestarios en obras públicas que recaigan sobre las áreas más deprimidas, ya que serían contrarios al mandato constitucional, que obliga a atajar los desequilibrios territoriales. Y, asimismo, irían contra los propios objetivos del Plan Rural Sostenible del Gobierno de la Nación, que considera las zonas rurales más deprimidas absolutamente prioritarias. Pero es que, además, el caso del Parador viene precedido de unas circunstancias tan graves y excepcionales, que es imposible no indignarse al oír o leer semejantes declaraciones.
4) El disgusto y malestar que está produciendo en la gente la nueva demora en la construcción del Parador, las merecidas críticas que se están haciendo por el nuevo retraso, principalmente desde La Otra Guadalajara y el que fuéramos hasta el Congreso de los Diputados a presentarles a los grupos parlamentarios del PSOE, PP e IU, la propuesta de que incluyeran una enmienda en los Presupuestos Generales del Estado para 2011, con una partida económica suficiente para hacer la obra del Parador y otra con una cuantía suficiente para construir el primer tramo de la Autovía Alcolea del Pinar Monreal del Campo, han obligado a mover ficha al grupo parlamentario socialista con respecto al Parador, aunque lamentablemente no ha sido para rectificar y asumir la propuesta de hacer la obra, sino para enrocarse y demorar su construcción al menos por un año más, intentando parapetarse en la ridícula enmienda de un millón de euros que ha presentado, sin otro fin que el de intentar confundir, ya que esa pírrica cantidad nada tiene que ver con el presupuesto de 22 millones de euros, que se necesitan para hacer el Parador.
5) Pero si indignante resulta que nos vengan a estas alturas con una enmienda inservible e irrisoria, no lo es menos que piensen que a los ciudadanos de esta comarca se les puede dar gato por liebre, ya que de no pensar así de nosotros, no se les hubiera ocurrido hacer públicamente un alarde de demagogia tan burdo y ruborizante, como es el de presentarnos su mísera enmienda como “un éxito y que es el resultado de los denodados esfuerzos del Presidente Sr Barreda, del grupo parlamentario socialista y del alcalde de Molina”. Tanta torpeza y tan nulo sentido del ridículo por su parte, al menos nos sirve para saber que ellos llaman éxito, a que el Parador no se construya tampoco en 2011.
6) Todavía no se ha celebrado el Pleno del Congreso para la aprobación de los presupuestos y tampoco han pasado aún los mismos por el Senado, por lo tanto, el grupo parlamentario socialista todavía está a tiempo de rectificar y defender una enmienda con una partida presupuestaria suficiente (22 millones de euros) en los presupuestos para 2011 que permita construir el Parador e igualmente, otra partida para construir el primer tramo de la Autovía Alcolea del Pinar-Monreal del Campo, peticiones ambas que, aprovechando este escrito, reiteramos igualmente al PP y a IU, a cuyos grupos parlamentarios también nos dirigimos días atrás con las mismas propuestas.
7) Deseamos que, definitivamente, se aproveche el parlamento para reconducir las cosas, pero si no fuera así, creemos que habría llegado el momento de que los ciudadanos dijéramos ¡basta ya! y empezáramos a movilizáramos, mostrando nuestros más absoluto rechazo a tantas dilaciones y nuestra exigencia de que el Parador, sea como sea, se construya ya y, asimismo, el primer tramo de la Autovía a fin de impedir que se quede en otra promesa incumplida."
En la Comarca de Molina, a 9 de noviembre de 2010
domingo, 31 de octubre de 2010
Las florituras dialécticas de Rubalcaba
Me dices en la tuya, Nicolás, que te parece demasiado simplista mi opinión sobre el cambio de gobierno y que la cosa tiene mucho más alcance.
La principal razón que esgrimes para sustentar tu crítica es, que si el hecho no fuera importante y de mucho alcance, no se habrían vertido tantos ríos de tinta sobre el asunto. Ahora me entero yo, Nico, que los asuntos sobre los que se vierten muchos ríos de tinta, son los más importantes. Yo pensaba todo lo contrario. Pensaba, que el grado de importancia de un asunto es inversamente proporcional al eco mediático que alcanza
Me ratifico en mi carta anterior, Nicolás, y más aún después de oír respirar a algunos ministros, entre ellos, al de Trabajo. Y te digo más: Si no hay grandes cambios de política -digo de política, que no de políticos-, no esperes sorpresas electorales, porque está ya todo el pescado vendido. Todas las encuestas y todo lo que se puede sacar en conclusión de las opiniones de la calle coinciden en lo mismo. A saber:
A) Que el PP tiene un electorado consolidado, que es más que suficiente para ganar con holgura.
B) Que apenas hay votos en disputa entre el electorado más próximo a ambos partidos; es decir, entre el electorado susceptible de cambiar el voto de un partido al otro.
C) Que la inmensa mayoría de ese 50% de votantes del PSOE que ahora se sienten decepcionados con este partido, son sus votantes más a la izquierda; es decir, los votantes que no dan un voto seguidista a nadie, los votantes con mayor espíritu crítico y más conciencia social dentro de los que votaron al PSOE la vez anterior. Es imposible que el PSOE pueda ganar las elecciones sin ganarse a ese importantísimo sector. Y a este sector, amigo mío, no lo puede recuperar el PSOE a través de las florituras dialécticas de Rubalcaba, sino en todo caso, cambiando a fondo la política en todo aquello que ha llevado a estas gentes al desafecto y la decepción. Pero de ese cambio, Nicolás, ni rastro.
lunes, 25 de octubre de 2010
Las mismas políticas con distintos collares.
No entiendo, Nicolás, por qué me insistes con tus mensajes para que te de mi opinión sobre la importancia del cambio de varios ministros. Pero ya que insistes, te lo diré en bien pocas palabras:
Vamos a ver, Nico: ¿Acaso han cambiado la política? ¿Acaso no siguen con los mismos presupuestos y medidas que ya tenían tomadas?
Y si la política no ha cambiado, ¿qué más da quienes sean los ministros? Yo la única modificación que veo es de marketing, es decir: intentar hacernos creer que lo mismo es mejor con otros ministros. Pero claro, estamos en el siglo XXI y ya no quedan ruedas de molino para comulgar
Vamos a ver, Nico: ¿Acaso han cambiado la política? ¿Acaso no siguen con los mismos presupuestos y medidas que ya tenían tomadas?
Y si la política no ha cambiado, ¿qué más da quienes sean los ministros? Yo la única modificación que veo es de marketing, es decir: intentar hacernos creer que lo mismo es mejor con otros ministros. Pero claro, estamos en el siglo XXI y ya no quedan ruedas de molino para comulgar
viernes, 22 de octubre de 2010
Artículo de Carlos Sanz Estables en La Crónica de Guadalajara
Molina, otra vez olvidada y humilla
Carlos Sanz Establés
Actualizado 18 octubre 2010
Para sorpresa monumental de los molineses, los Presupuestos Generales del Estado para 2011, que es donde se cuece en verdad la política, no traen ni un solo euro para el futuro Parador de Turismo de Molina.
La decepción ha sido extraordinaria en mucha gente de buena voluntad que, esta vez sí, había creído a pie juntillas al presidente de la Castilla-la Mancha, más aún después de habernos presentado en público la maqueta de lo que deberá –o tal vez debería- ser el edificio.
Esto quiere decir, ni más ni menos, que en 2011, y después de seis años de promesas, tampoco se iniciarán las obras de construcción, a pesar de que existan los terrenos, el proyecto, la maqueta y no sé cuantas promesas políticas más.
Personalmente, yo no quiero creerme que esto sea verdad, quizá quiero cerrar los ojos ante este hecho porque creo que si llega a confirmarse, mi confianza (la poca que me queda en los políticos) habrá desaparecido mientras viva. Y la poca esperanza que tienen los molineses también sufrirá un revés del que ya no se llegará a recuperar este pueblo.
Por eso digo, y reafirmo, que no me lo quiero creer, que quiero cerrar los ojos, pero las evidencias comienzan a ser muchas y cada una más preocupante que la anterior.
Alique, el diputado nacional socialista, que sabe tanto de las Cuentas del Estado que hasta escribe artículos perfectamente ininteligibles, lo ha confirmado: en los Presupuestos del Estado no hay nada de nada, pero eso sí, confía en que se solucione pero no dice ni cómo ni cuándo y esto comienza a oler a chamusquina.
No sabemos lo que habrá ocurrido para que un proyecto emblemático, vital para Molina y su comarca, que por fin había despertado del letargo a todo un pueblo, que supone una esperanza de futuro innegable y que se ha prometido sobre la base de una tragedia humana, ahora haya desaparecido de los Presupuestos del Estado y no aparezca ni un solo céntimo de euro para su construcción.
Y todavía nos debería preocupar más el silencio que están manteniendo personas que han comprometido su palabra, que es lo mismo que decir su cargo y su dignidad política, en este proyecto.
Silencio clamoroso del alcalde de Molina, David Pascual (aunque ello tampoco nos debería sorprender mucho); silencio de la secretaria provincial del PSOE, María Antonia Pérez León; silencio de la delegada de la Junta en Guadalajara, Magdalena Valerio; silencio de la que todavía es subdelegada del Gobierno de España en Guadalajara, Araceli Muñoz, que es el Gobierno que no dedica ni un euro a este proyecto; y tan sólo unas palabras que sonaron a obligadas de Barreda ante las preguntas de la Prensa de Guadalajara en una de sus recientes visitas, respuesta de compromiso que no mostraba, a mi entender, confianza alguna en el futuro de este proyecto.
Pero sigo sin creérmelo, no es posible que esto sea verdad, tiene que ser una metedura de pata, un olvido sin consecuencias, un error sin trascendencia de algún funcionario anónimo del Ministerio que se solucionará de inmediato; no puede ser verdad. Sólo nos cabe esperar que alguien, no sé quién, dé explicaciones convincentes y que las obras se inicien de inmediato. Ya no queda otra.
Pero sigo pensando que no es posible, no puede ser posible que esto sea verdad. Tiene que ser un mal sueño.
La decepción ha sido extraordinaria en mucha gente de buena voluntad que, esta vez sí, había creído a pie juntillas al presidente de la Castilla-la Mancha, más aún después de habernos presentado en público la maqueta de lo que deberá –o tal vez debería- ser el edificio.
Esto quiere decir, ni más ni menos, que en 2011, y después de seis años de promesas, tampoco se iniciarán las obras de construcción, a pesar de que existan los terrenos, el proyecto, la maqueta y no sé cuantas promesas políticas más.
Personalmente, yo no quiero creerme que esto sea verdad, quizá quiero cerrar los ojos ante este hecho porque creo que si llega a confirmarse, mi confianza (la poca que me queda en los políticos) habrá desaparecido mientras viva. Y la poca esperanza que tienen los molineses también sufrirá un revés del que ya no se llegará a recuperar este pueblo.
Por eso digo, y reafirmo, que no me lo quiero creer, que quiero cerrar los ojos, pero las evidencias comienzan a ser muchas y cada una más preocupante que la anterior.
Alique, el diputado nacional socialista, que sabe tanto de las Cuentas del Estado que hasta escribe artículos perfectamente ininteligibles, lo ha confirmado: en los Presupuestos del Estado no hay nada de nada, pero eso sí, confía en que se solucione pero no dice ni cómo ni cuándo y esto comienza a oler a chamusquina.
No sabemos lo que habrá ocurrido para que un proyecto emblemático, vital para Molina y su comarca, que por fin había despertado del letargo a todo un pueblo, que supone una esperanza de futuro innegable y que se ha prometido sobre la base de una tragedia humana, ahora haya desaparecido de los Presupuestos del Estado y no aparezca ni un solo céntimo de euro para su construcción.
Y todavía nos debería preocupar más el silencio que están manteniendo personas que han comprometido su palabra, que es lo mismo que decir su cargo y su dignidad política, en este proyecto.
Silencio clamoroso del alcalde de Molina, David Pascual (aunque ello tampoco nos debería sorprender mucho); silencio de la secretaria provincial del PSOE, María Antonia Pérez León; silencio de la delegada de la Junta en Guadalajara, Magdalena Valerio; silencio de la que todavía es subdelegada del Gobierno de España en Guadalajara, Araceli Muñoz, que es el Gobierno que no dedica ni un euro a este proyecto; y tan sólo unas palabras que sonaron a obligadas de Barreda ante las preguntas de la Prensa de Guadalajara en una de sus recientes visitas, respuesta de compromiso que no mostraba, a mi entender, confianza alguna en el futuro de este proyecto.
Pero sigo sin creérmelo, no es posible que esto sea verdad, tiene que ser una metedura de pata, un olvido sin consecuencias, un error sin trascendencia de algún funcionario anónimo del Ministerio que se solucionará de inmediato; no puede ser verdad. Sólo nos cabe esperar que alguien, no sé quién, dé explicaciones convincentes y que las obras se inicien de inmediato. Ya no queda otra.
Pero sigo pensando que no es posible, no puede ser posible que esto sea verdad. Tiene que ser un mal sueño.
viernes, 15 de octubre de 2010
Sin libertad, ni hablar
Es la enésima vez, Nicolás que me preguntas: que por qué no milito en ningún partido político. Y es la enésima vez que te voy a responder: que porque el exacerbado sectarismo partidista que practican impide compaginar militancia y libertad.
Ante tal disyuntiva, he optado, sin dudarlo, por la libertad, por el bien inmaterial más preciado de los seres humanos. No acepto, Nico, pasar mi libertad por ningún filtro. Sólo por el de mi propia autoresponsabilidad.
Ante tal disyuntiva, he optado, sin dudarlo, por la libertad, por el bien inmaterial más preciado de los seres humanos. No acepto, Nico, pasar mi libertad por ningún filtro. Sólo por el de mi propia autoresponsabilidad.
viernes, 8 de octubre de 2010
Al descubierto las promesas del Parador y de la Autovía
Ciertas actividades que me han tenido muy ocupado unos cuantos días y, posteriormente, los problemas de salud que ya te comenté cuando me llamaste, han sido las causas, Nicolás, de mi tardanza en escribirte.
Quedamos que te hablaría a la siguiente de la necesidad de cuidar que la sectaria política de promoción del turismo que la JCCM lleva en esta zona, no afecte a la lucha unitaria de las gentes de esta comarca por conseguir el Plan Integral. Ya te hablaré de ello, pero en ésta se impone comentar los incumplimientos que acaban de poner al descubierto los presupuestos para 2011 recién presentados.
Tenemos un caso bien ilustrativo en nuestra propia provincia de... cómo y con qué excusas retrasan sine die los compromisos adquiridos públicamente, y por él voy a empezar. Me refiero a la autovía de la Alcarria, cuya carencia de una partida en los presupuestos 2011 para iniciar las obras, está suscitando polémica entre PSOE y PP.
Resulta, Nicolás, que doce años después (¡¡¡doce años!!!) de anunciar el Sr Bono que iban a construir esta infraestructura, todavía sigue sin encontrar acomodo presupuestario, por lo que bien merecido se tiene el apelativo de utopía de la Alcarria como muy atinadamente se le ha motejado. Sin embargo, cuando el gobierno recibe críticas por tan descomunal demora, siempre se justifica con la misma cantinela: Estamos en ello, estamos en la fase de estudios o trámites previos al inicio de las obras. Pero como cada uno de los pasos de esta primera fase (estudio medio ambiental, proyecto del trazado provisional, trazado definitivo, expropiación y licitación) pueden alargarlo o congelarlo por el tiempo que les venga en gana, pues no se pasa a la segunda fase de construcción de la infraestructura hasta que el gobierno no quiera. Ese estamos en ello, por estar en la primera fase, pero sin querer empezar las obras, es una astucia malévola que maneja el gobierno con gran maestría para paliar las críticas.
Así, pues, Nicolás, el ejemplo de la autovía de la Alcarria, es bien orientativo de lo que puede ocurrir con las infraestructuras de nuestra comarca, principalmente, el Parador Nacional y la Autovía Alcolea- Monreal. Por ello, lo mejor será aplicarnos el acertado dicho popular de que: cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.
De hecho, el Parador Nacional prometido en 2005, ya va por el mismo camino, pues entramos en el año sexto, sin que se presupueste una partida para el inicio de las obras. Estamos todavía en la inauguración de la maqueta que hiciera recientemente el Presidente Sr. Barreda y que bien se podían haber ahorrado, pues a la mayoría de la gente nos ha sentado a cuerno quemado, que tras tanto retraso en el inicio de las obras, se nos venga ahora con inauguraciones maqueteras. Me gustaría saber quien es el tonteras o la tonteras que asesora al presidente en marketing y si le han descontado del sueldo este desatino.
Pero no solo el Parador, porque la Autovía Alcolea-Monreal, también la están sometiendo al ralentí de la primera fase. Los 125.000 euros de dotación presupuestaria para 2011, nos están indiciando que, salvo que los presionemos, tenemos fase de estudios o trámites previos para rato, pues como es obvio, con esa irrisoria cantidad de dinero asignado, no se pueden resolver los trámites de trazado y proyecto definitivo, expropiaciones y licitación, que todavía le quedan a la citada fase y, por consiguiente, que no sólo no empiezan las obras en el año 2011, como es su compromiso, sino que, además, pretenden dejarse al menos otro año más para acabar los trámites previos, lo que ya resulta el colmo, Nicolás
De seguir su lógica, y teniendo en cuenta que el 2012 es año de elecciones generales y que es mucho más probable que el mismo se resuelva con una prorrogación de los presupuestos de 2011 que con presupuestos nuevos -nadie va a querer mojarse con el gobierno en precampaña electoral- esto querría decir, que en 2013 reanudaría el nuevo gobierno, si quiere, la interrumpida fase de estudios y trámites previos y, al menos hasta 2014, no se entraría en el inicio de la construcción de la autovía.
Y todo ello, a pesar de que Zapatero prometiera enfáticamente en la anterior campaña electoral hacer la autovía Alcolea-Monreal del Campo, que quedaría en promesa incumplida, en pura demagogia, si no se introduce ahora una enmienda presupuestaria que cubra el coste de todos los trámites previos pendientes y un primer tramo de construcción de la obra, ya que la infraestructura sólo puede quedar lo suficiente comprometida antes de las elecciones generales, si se deja la obra empezada o, en el peor de los casos, licitada y adjudicada; aunque las garantías para que el nuevo gobierno que llegue, sea del color que sea no pueda echarse atrás, sólo se dan con lo primero. Poco queda, pues, para conocer con precisión, si es promesa incumplida o promesa garantizada.
El incumpliendo de lo prometido, al menos visto desde la óptica de nuestra comarca es aún más indignante, si tenemos en cuenta –soy testigo directo de lo que te voy a decir- que el Presidente de la JCCM, se comprometió en la segunda reunión entre la citada Junta y la Otra Guadalajara celebra en Los Batanes (Molina de Aragón) a dos cosas: La primera, declararse la Junta desde ese momento, como la vía oficial para informar del proceso de construcción de la autovía y la segunda, asegurarle a este movimiento ciudadano que la misma estaría construida, o al menos en estado avanzado, al acabar esta legislatura. En esta línea, en una de las posteriores reuniones de seguimiento sobre los compromisos adquiridos por la JCCM con La Otra Guadalajara, informó dicha Junta, que todos los trámites previos al inicio de las obras, se harían a lo largo de 2010 y que las obras propiamente dichas comenzarían en 2011.
Y es que, Nico, aunque seamos españoles como los demás, aunque la constitución se haya hecho para proteger los derechos y necesidades básicas de todas las personas y corregir los desequilibrios territoriales, aunque los servicios e infraestructuras que reivindicamos ahora sean los que ya tienen resueltos desde hace mucho tiempo las áreas más pobladas de España, incluida la capital de nuestra provincia y su corredor del Henares, aunque esta comarca se esté debatiendo entre el ser y no ser con sus 1,6 habitantes por km cuadrado y necesite de infraestructuras básicas con urgencia para resurgir en vez de sucumbir, aunque todo esto sea así, tenemos la enorme desgracia de que no somos rentables en términos de votos, que es lo único que verdaderamente les importa a los políticos que manejan el poder y distribuyen los fondos públicos.
Quedamos que te hablaría a la siguiente de la necesidad de cuidar que la sectaria política de promoción del turismo que la JCCM lleva en esta zona, no afecte a la lucha unitaria de las gentes de esta comarca por conseguir el Plan Integral. Ya te hablaré de ello, pero en ésta se impone comentar los incumplimientos que acaban de poner al descubierto los presupuestos para 2011 recién presentados.
Tenemos un caso bien ilustrativo en nuestra propia provincia de... cómo y con qué excusas retrasan sine die los compromisos adquiridos públicamente, y por él voy a empezar. Me refiero a la autovía de la Alcarria, cuya carencia de una partida en los presupuestos 2011 para iniciar las obras, está suscitando polémica entre PSOE y PP.
Resulta, Nicolás, que doce años después (¡¡¡doce años!!!) de anunciar el Sr Bono que iban a construir esta infraestructura, todavía sigue sin encontrar acomodo presupuestario, por lo que bien merecido se tiene el apelativo de utopía de la Alcarria como muy atinadamente se le ha motejado. Sin embargo, cuando el gobierno recibe críticas por tan descomunal demora, siempre se justifica con la misma cantinela: Estamos en ello, estamos en la fase de estudios o trámites previos al inicio de las obras. Pero como cada uno de los pasos de esta primera fase (estudio medio ambiental, proyecto del trazado provisional, trazado definitivo, expropiación y licitación) pueden alargarlo o congelarlo por el tiempo que les venga en gana, pues no se pasa a la segunda fase de construcción de la infraestructura hasta que el gobierno no quiera. Ese estamos en ello, por estar en la primera fase, pero sin querer empezar las obras, es una astucia malévola que maneja el gobierno con gran maestría para paliar las críticas.
Así, pues, Nicolás, el ejemplo de la autovía de la Alcarria, es bien orientativo de lo que puede ocurrir con las infraestructuras de nuestra comarca, principalmente, el Parador Nacional y la Autovía Alcolea- Monreal. Por ello, lo mejor será aplicarnos el acertado dicho popular de que: cuando las barbas del vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar.
De hecho, el Parador Nacional prometido en 2005, ya va por el mismo camino, pues entramos en el año sexto, sin que se presupueste una partida para el inicio de las obras. Estamos todavía en la inauguración de la maqueta que hiciera recientemente el Presidente Sr. Barreda y que bien se podían haber ahorrado, pues a la mayoría de la gente nos ha sentado a cuerno quemado, que tras tanto retraso en el inicio de las obras, se nos venga ahora con inauguraciones maqueteras. Me gustaría saber quien es el tonteras o la tonteras que asesora al presidente en marketing y si le han descontado del sueldo este desatino.
Pero no solo el Parador, porque la Autovía Alcolea-Monreal, también la están sometiendo al ralentí de la primera fase. Los 125.000 euros de dotación presupuestaria para 2011, nos están indiciando que, salvo que los presionemos, tenemos fase de estudios o trámites previos para rato, pues como es obvio, con esa irrisoria cantidad de dinero asignado, no se pueden resolver los trámites de trazado y proyecto definitivo, expropiaciones y licitación, que todavía le quedan a la citada fase y, por consiguiente, que no sólo no empiezan las obras en el año 2011, como es su compromiso, sino que, además, pretenden dejarse al menos otro año más para acabar los trámites previos, lo que ya resulta el colmo, Nicolás
De seguir su lógica, y teniendo en cuenta que el 2012 es año de elecciones generales y que es mucho más probable que el mismo se resuelva con una prorrogación de los presupuestos de 2011 que con presupuestos nuevos -nadie va a querer mojarse con el gobierno en precampaña electoral- esto querría decir, que en 2013 reanudaría el nuevo gobierno, si quiere, la interrumpida fase de estudios y trámites previos y, al menos hasta 2014, no se entraría en el inicio de la construcción de la autovía.
Y todo ello, a pesar de que Zapatero prometiera enfáticamente en la anterior campaña electoral hacer la autovía Alcolea-Monreal del Campo, que quedaría en promesa incumplida, en pura demagogia, si no se introduce ahora una enmienda presupuestaria que cubra el coste de todos los trámites previos pendientes y un primer tramo de construcción de la obra, ya que la infraestructura sólo puede quedar lo suficiente comprometida antes de las elecciones generales, si se deja la obra empezada o, en el peor de los casos, licitada y adjudicada; aunque las garantías para que el nuevo gobierno que llegue, sea del color que sea no pueda echarse atrás, sólo se dan con lo primero. Poco queda, pues, para conocer con precisión, si es promesa incumplida o promesa garantizada.
El incumpliendo de lo prometido, al menos visto desde la óptica de nuestra comarca es aún más indignante, si tenemos en cuenta –soy testigo directo de lo que te voy a decir- que el Presidente de la JCCM, se comprometió en la segunda reunión entre la citada Junta y la Otra Guadalajara celebra en Los Batanes (Molina de Aragón) a dos cosas: La primera, declararse la Junta desde ese momento, como la vía oficial para informar del proceso de construcción de la autovía y la segunda, asegurarle a este movimiento ciudadano que la misma estaría construida, o al menos en estado avanzado, al acabar esta legislatura. En esta línea, en una de las posteriores reuniones de seguimiento sobre los compromisos adquiridos por la JCCM con La Otra Guadalajara, informó dicha Junta, que todos los trámites previos al inicio de las obras, se harían a lo largo de 2010 y que las obras propiamente dichas comenzarían en 2011.
Y es que, Nico, aunque seamos españoles como los demás, aunque la constitución se haya hecho para proteger los derechos y necesidades básicas de todas las personas y corregir los desequilibrios territoriales, aunque los servicios e infraestructuras que reivindicamos ahora sean los que ya tienen resueltos desde hace mucho tiempo las áreas más pobladas de España, incluida la capital de nuestra provincia y su corredor del Henares, aunque esta comarca se esté debatiendo entre el ser y no ser con sus 1,6 habitantes por km cuadrado y necesite de infraestructuras básicas con urgencia para resurgir en vez de sucumbir, aunque todo esto sea así, tenemos la enorme desgracia de que no somos rentables en términos de votos, que es lo único que verdaderamente les importa a los políticos que manejan el poder y distribuyen los fondos públicos.
domingo, 5 de septiembre de 2010
...y además despilfarro
Vuelvo a hablarte del Alto Tajo, Nicolás, y más en concreto, del affaire de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha respecto al turismo de esta comarca de Molina.
Tendrás archivadas, supongo, dos cartas que te envié los días 27 de noviembre y 7 de diciembre sobre este asunto. Si no las has guardado, las tienes en el blog. En ellas traté de poner en evidencia la arbitrariedad y el sectarismo con que la JCCM promociona el turismo de la parte sur de nuestra comarca -el Alto Tajo- en detrimento de la mayor parte de la misma. Te reitero, no obstante, los números que ya te daba entonces acerca de cómo se gastan el dinero en la “promoción turística de la Comarca de Molina” y te añado datos nuevos:
9.400.000 euros en promoción del turismo paisajístico del el Alto Tajo; 280.000 euros en promoción del turismo de Molina y 0 euros en promoción del ámbito de los casi 60 pueblos que configuran el resto de la comarca. Pues bien, Nicolás, a los 9.400.000 euros debes agregarle aún 1.500.000 euros más, que tienen comprometidos para un quinto Centro de Interpretación del Alto Tajo en la Riba de Saelices, lugar donde se inició el incendio de 2005 en el que ardieron 13.000 has de bosque. Si, Nicolás, sí, ¡¡¡un quinto Centro de Interpretación del Alto Tajo!!!
Repasando sendas misivas, me he dado cuenta que me quedé muy corto en la calificación de la política de la JCCM que hice en ellas. La juzgaba, como no podía ser de otro modo, de arbitraria y sectaria, pero también le cabe ¡y de qué manera!, el calificativo de despilfarro del dinero público, pues para promocionar un producto, el paisajístico, en un área como esta, bastaba con un Centro de estas características, por lo cual, los otros cuatro Centros (tres y el nuevo que quieren hacer) no son gastos necesarios, sino despilfarro puro y duro.
En fin, Nico, parte del despilfarro ya está hecho, pero aún podemos y debemos impedir, que se construya ese quinto Centro de Interpretación del Alto Tajo y exigir que ese millón y medio de euros se destine donde realmente se necesita; esto es, en la promoción del turismo de toda la comarca, a través, entre otras acciones, de la construcción de un centro de interpretación, museo u observatorio por cada producto turístico o temática: castillos, casonas, ruta del Cid, Celtiberia, románico, Valle del Mesa, Sierra de Caldereros, fauna…
Insisto: solo un centro por temática, porque es suficiente para conseguir una promoción turística infinitamente más rica y atractiva para toda la comarca, que la raquítica de promocionar un solo producto y en una sola parte como se viene haciendo y porque el dinero público es para utilizarlo debidamente y en beneficio de todos y no para despilfarrarlo caprichosamente.
La Otra Guadalajara, cierto es, ya viene denunciando directamente esta vergonzosa política turística ante la JCCM y ante su Presidente, Sr. Barreda, en todas las entrevistas mantenidas y también ante la opinión pública, pero hasta el momento no ha servido para que reconduzcan de manera justa y eficaz la nefasta política turística que vienen practicando, si no que siguen erre que erre con su empecinamiento. No sabría decirte, Nico, a que se debe la obstinación de la JCCM por continuar así. No se si es porque los que han apartado de la escena política aún siguen controlando el cotarro, si es porque dentro de la Junta hay todavía alguno o alguna, que se obceca en ello y cuenta con apoyos, si es por alguna otra razón oculta que se me escapa, o si es por una mezcla de todo, pero lo cierto es, que lejos de rectificar, siguen agravando el problema, cuyas pruebas más palpables las tenemos en la excluyente marca turística que han sacado, incumpliendo su compromiso con La Otra Guadalajara de hacer una marca que fuera representativa de toda la comarca y de de todos sus productos y en la disposición a hacer un quinto centro de interpretación destinado a lo promoción del Alto Tajo, como los otros cuatro.
Con ser grave e indignante lo que te estoy contando, Nicolás, hay otro aspecto del problema que me preocupa tanto o más; me preocupa que con esto del turismo llegaran a conseguir erosionar en alguna medida la unidad de la Zona, cuando los principales males que la aquejan son esencialmente los mismos en toda la comarca y requieren para remediarlo de la unidad y la lucha unitaria de todas sus gentes; unidad que debe serlo también para exigir el cambio de política en la promoción del turismo, que no solo es nefasta en general, sino también la peor de las posibles para la propia Zona del Alto Tajo. De todo ello te hablaré en la siguiente.
Tendrás archivadas, supongo, dos cartas que te envié los días 27 de noviembre y 7 de diciembre sobre este asunto. Si no las has guardado, las tienes en el blog. En ellas traté de poner en evidencia la arbitrariedad y el sectarismo con que la JCCM promociona el turismo de la parte sur de nuestra comarca -el Alto Tajo- en detrimento de la mayor parte de la misma. Te reitero, no obstante, los números que ya te daba entonces acerca de cómo se gastan el dinero en la “promoción turística de la Comarca de Molina” y te añado datos nuevos:
9.400.000 euros en promoción del turismo paisajístico del el Alto Tajo; 280.000 euros en promoción del turismo de Molina y 0 euros en promoción del ámbito de los casi 60 pueblos que configuran el resto de la comarca. Pues bien, Nicolás, a los 9.400.000 euros debes agregarle aún 1.500.000 euros más, que tienen comprometidos para un quinto Centro de Interpretación del Alto Tajo en la Riba de Saelices, lugar donde se inició el incendio de 2005 en el que ardieron 13.000 has de bosque. Si, Nicolás, sí, ¡¡¡un quinto Centro de Interpretación del Alto Tajo!!!
Repasando sendas misivas, me he dado cuenta que me quedé muy corto en la calificación de la política de la JCCM que hice en ellas. La juzgaba, como no podía ser de otro modo, de arbitraria y sectaria, pero también le cabe ¡y de qué manera!, el calificativo de despilfarro del dinero público, pues para promocionar un producto, el paisajístico, en un área como esta, bastaba con un Centro de estas características, por lo cual, los otros cuatro Centros (tres y el nuevo que quieren hacer) no son gastos necesarios, sino despilfarro puro y duro.
En fin, Nico, parte del despilfarro ya está hecho, pero aún podemos y debemos impedir, que se construya ese quinto Centro de Interpretación del Alto Tajo y exigir que ese millón y medio de euros se destine donde realmente se necesita; esto es, en la promoción del turismo de toda la comarca, a través, entre otras acciones, de la construcción de un centro de interpretación, museo u observatorio por cada producto turístico o temática: castillos, casonas, ruta del Cid, Celtiberia, románico, Valle del Mesa, Sierra de Caldereros, fauna…
Insisto: solo un centro por temática, porque es suficiente para conseguir una promoción turística infinitamente más rica y atractiva para toda la comarca, que la raquítica de promocionar un solo producto y en una sola parte como se viene haciendo y porque el dinero público es para utilizarlo debidamente y en beneficio de todos y no para despilfarrarlo caprichosamente.
La Otra Guadalajara, cierto es, ya viene denunciando directamente esta vergonzosa política turística ante la JCCM y ante su Presidente, Sr. Barreda, en todas las entrevistas mantenidas y también ante la opinión pública, pero hasta el momento no ha servido para que reconduzcan de manera justa y eficaz la nefasta política turística que vienen practicando, si no que siguen erre que erre con su empecinamiento. No sabría decirte, Nico, a que se debe la obstinación de la JCCM por continuar así. No se si es porque los que han apartado de la escena política aún siguen controlando el cotarro, si es porque dentro de la Junta hay todavía alguno o alguna, que se obceca en ello y cuenta con apoyos, si es por alguna otra razón oculta que se me escapa, o si es por una mezcla de todo, pero lo cierto es, que lejos de rectificar, siguen agravando el problema, cuyas pruebas más palpables las tenemos en la excluyente marca turística que han sacado, incumpliendo su compromiso con La Otra Guadalajara de hacer una marca que fuera representativa de toda la comarca y de de todos sus productos y en la disposición a hacer un quinto centro de interpretación destinado a lo promoción del Alto Tajo, como los otros cuatro.
Con ser grave e indignante lo que te estoy contando, Nicolás, hay otro aspecto del problema que me preocupa tanto o más; me preocupa que con esto del turismo llegaran a conseguir erosionar en alguna medida la unidad de la Zona, cuando los principales males que la aquejan son esencialmente los mismos en toda la comarca y requieren para remediarlo de la unidad y la lucha unitaria de todas sus gentes; unidad que debe serlo también para exigir el cambio de política en la promoción del turismo, que no solo es nefasta en general, sino también la peor de las posibles para la propia Zona del Alto Tajo. De todo ello te hablaré en la siguiente.
martes, 24 de agosto de 2010
¿Malos los de Molina? Dejémonos ya de cantinelas.
Pienso, Nicolás, que la exitosa jornada reivindicativa del día 11 de agosto, no debe llevarnos a la autocomplacencia, sino que hemos de seguir manos a la obra sin demora, que queda muchísimo por hacer y por mejorar. En este sentido, no nos vendría nada mal pararnos un poco a actualizar y a cambiar algunos aspectos del discurso, que por no estar bien clarificados crean ciertas dificultades a la unidad de acción y a la participación y que podemos mejorar mediante el debate sosegado.
Entre esas ideas a cambiar se hallan, a mi juicio, las consabidas cantinelas de que los de Molina son mala gente, van sólo a lo suyo, no participan, no se puede contar con ellos, etc., cuyas falsedades todavía hay gente de buena fe que se las cree, por no haberse parado a pensar y a verificar, que la realidad actual en nada se parece a cualquier otra anterior y que ahora son otras las generaciones, otras las circunstancias y otras las actitudes.
Es cierto, que también hay algunos, pocos, que propagan esas cantinelas porque les conviene y a sabiendas de que son falsas, con los cuales poco cabe discutir, pero hay otras personas llenas de buenas intenciones y que quieren lo mejor para su comarca, a los que habría que convencer con paciencia, con argumentos y con hechos de que están equivocados y que deberían archivar un discurso, que no se corresponderse con la realidad actual, ya que de lo contrario, y sin pretenderlo, contribuyen a crear recelo de los pueblos hacia Molina, lo cual dificulta y merma la unidad de acción.
Supongo que estarás de acuerdo conmigo, Nicolás, que una comarca tan despoblada, tan olvidada y tan necesitada de soluciones profundas como es la nuestra, no pude permitirse dividir la fuerza de sus gentes; pues si luchando todos juntos todavía somos demasiado pocos en relación a la tarea que tenemos por delante, imagínate si encima tenemos que hacerlo al margen o en contra de la ciudadanía del lugar cabecera donde reside una buena parte de la población. Y, sin embargo, eso es algo que podría ocurrir si se consolidara la idea de que los de Molina son malos e insolidarios.
Paralelo a las falsedades referidas, y sin saber como, se ha ido propagando otra falacia -doy por hecho que interesada- que consiste en hacer creer, que los que luchamos por un Plan Integral para nuestra zona, lo que en realidad pretendemos es el beneficio de Molina, pero no el de los pueblos de la Comarca. No le auguro el menor éxito a semejante necedad, porque basta saber leer o no vivir en la luna, para darse cuenta que el conjunto de los puntos del Plan Integral que reivindicamos, son otras tantas necesidades de todos los pueblos de nuestra comarca -también de Molina-, necesidades que no puede solventar ninguna localidad por separado, sino luchando todos juntos y en clave de comarca y que son de mucha mayor transcendencia, que las que a estas alturas quedan por solucionar en el marco estrictamente local de cada lugar, por respetables que estas sean también.
No obstante, Nicolás, sí sabemos quienes serían los principales beneficiarios si llegaran a hacer mella estas cantinelas y crearan recelo y división entre los pueblos y Molina; serían el partido que gobierna la región y el que aspira a hacerlo. Pues como tantas veces te he reiterado, Nico, ellos analizan las cosas en términos de votos y, a esos efectos, no les interesa invertir por estos pagos, habiendo tan pocos votos que cosechar. Esa es la causa de fondo, de que se hayan pasado casi treinta años de la democracia sin que el partido que gobierna haya movido un dedo para poner en marcha ninguna de las medidas del Plan Integral que viene precisando nuestra comarca para resurgir y de que el partido de la alternancia tampoco las haya demandado. Y también lo es, de que tras las movilizaciones y los compromisos de la JCCM sobre esas reivindicaciones ramaleen ahora tan mal y traten de retrasar, tergiversar o vaciar de contenido una parte de las mismas. Así, pues, a ellos les vendría como anillo al dedo el que hubiera recelo y división entre los pueblos y Molina, pues nada mejor que eso en estos momentos, para poner freno a la lucha de la sociedad civil, que les está presionando para que se pongan en marcha cuanto antes todas las medidas y sin desnaturalizar el contenido.
Para que veas, Nicolás, el sin sentido de las cosas que aún se vienen diciendo sobre los de Molina, te doy algunos datos que tiran por tierra ese desfasado discurso: Su ayuntamiento es uno de los tres de la comarca que ha acordado apoyar expresamente a la Otra Guadalajara y que, además, le ha facilitado un local donde reunirse y la utilización de sus infraestructuras y medios cuando realiza actos comarcales en aquel municipio. Pero si su Ayuntamiento se comporta correctamente, mención aparte merece la implicación de su población, desde que hace cinco años se formara este movimiento.
"Los insolidarios molineses” que dicen algunos, han participado con La Otra Guadalajara y ahora con las Asociaciones en lo siguiente: respaldar unánimemente con sus firmas el Plan Integral para la Comarca como los demás pueblos; financiar por parte de sus comerciantes y empresas a la Otra Guadalajara en las movilizaciones del toque de rebato y de la entrega de firmas en Toledo, Madrid y Guadalajara, que también sufragaron los comercios de otros pueblos; llenar por primara vez el local de Santa María del Conde en día laboral y a media mañana con motivo del protocolo sobre el Plan Integral que los empresarios de la provincia y los sindicatos vinieron a rubricar con la Otra Guadalajara; concurrir con ochenta personas de las ciento veinte que fuimos a Toledo en día laboral a entregar las firmas; asistir doscientas personas a la comida de hermandad de la jornada del día 11 según acreditan los tickets repartidos, a pesar de que para ellos no era igual que para los que acudíamos de otros pueblos, que como se suele decir, íbamos para todo el día y aportar el 70% de las personas que participaron en los actos de ese día de forma altruista. ¿No crees, Nicolás, que estos hechos, todos comprobables, desmienten radicalmente todas las habladurías?
Pero te digo más, Nicolás, si las cosas no fueran como te explico y sí como dicen las cantinelas, nuestra forma de proceder no podría cambiar, no podría ser nunca la de faltarle el respeto y tirar por tierra ni a los de Molina ni a los de ningún pueblo, porque eso es fomentar el rechazo y la división, sino que sería, como hasta ahora, utilizar la paciencia, el razonamiento y la persuasión, que es la única manera de que podamos llegar a entendernos, a tendernos la mano unos a otros y a forjar la unidad necesaria para sacar esto hacia delante, cosa que, por cierto, estamos intentando hacer en algunos pueblos, cuyas gentes influidas por ciertos políticos e interesados, todavía no han dado el paso de sumarse a la lucha por conseguir el Plan Integral.
En la siguiente te hablaré, Nicolás, del favoritismo de la JCCM en ciertos aspectos con la parte sur de la comarca comprendida en el área del Alto Tajo, en detrimento del resto de la misma, del malestar que se está creando en la zona por esta causa y de la importancia de reconducir esta insostenible situación desde la firmeza, la inteligencia, el sentido solidario y en beneficio de todos
viernes, 20 de agosto de 2010
Silencios que atruenan por Molina. Artículo publicado por Carlos Sanz Establés en la Crónica de Guadalajara el día 12 de agosto
Sí, Nicolás, ha sido un éxito sin precedentes en la Comarca la participación ciudadana en la Jornada Reivindicativa del día 11 de agosto convocada por el movimiento asociativo de la sociedad civil. Pero los problemas de esta Comarca son tantos, de tanto alcance y tan urgentes, que no hay tiempo para recrearse en el éxito, sino sólo para seguir peleando sin decaer hasta conseguirlos.
En breve,te hablaré de esa falsa, anacrónica y nociva cantinela para la unidad de acción de la comarca, de que "los de Molina son muy malos" que se ha intentado reavivar estos días por la misma minoría de siempre y que es preciso traer a debate e intentar desenmascarar de una puñetera vez con hechos y números.
Mientras, te dejo con el artículo de Carlos Sanz Establés, que más allá de que se comporta o no en todos sus extremos, es muy bueno para reflexionar tras la joranda reivindicativa
"Más de un millar de molineses se han echado a la calle en la capital comarcal para manifestar su protesta ante la situación que vive el Señorío de Molina, especialmente preocupados por la despoblación en que se ha visto sumida toda la zona y que no tiene visos de solución con las medidas que se están adoptando.
Éxito espectacular para los organizadores de esta jornada lúdico-reivindicativa, pues es reseñable que jamás se había visto en esta tierra una protesta tan numerosa de claro matiz social y de masiva presencia de gentes de los pueblos, que ha sorprendido incluso a los propios organizadores, desbordados por la asistencia a pesar de lo difícil que resulta actualmente movilizar a la población.
Independientemente de los objetivos que se había marcado esta jornada promovida por las asociaciones de la zona, en el sentido de volver a insistir en las reivindicaciones que sistemáticamente vienen pidiendo los molineses desde que apareciera en escena La Otra Guadalajara, este hecho ha supuesto la constatación fehaciente de la situación de crisis profunda que vive la otrora ejemplar Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra.
Esta Institución, que tiene más de ocho siglos de historia y que aún hoy sigue siendo la organización administrativa representativa de los setenta pueblos que la integran, ha mantenido un vergonzoso silencio ante este acontecimiento comarcal y sobre las reivindicaciones de los molineses, evidenciando así que la Comunidad es una entidad en la que no hay peso político alguno y mucho menos una Presidencia que merezca tal nombre.
La Comunidad de Molina no ha sabido, tal vez ni siquiera ha querido –lo que todavía es peor- ponerse al frente del movimiento asociativo molinés, primero junto a La Otra Guadalajara y, ahora, con las asociaciones convocantes, para unir fuerzas en defensa de su tierra, lo que viene a constatar que es incapaz de asumir los grandes retos de futuro que tiene la comarca entera.
Hubiera sido lo lógico y razonable teniendo en cuenta que en la Asamblea de esta Institucional casi milenaria se sientan los alcaldes de todos los pueblos cuyas asociaciones han salido a la calle para decir que hay que hacer algo distinto a lo que se está haciendo, para intentar mejorar. Pero la callada por respuesta.
De las muchas cosas que se piden para la comarca, tres son a mi entender las básicas y fundamentales: la efectiva llegada de las nuevas tecnologías a todos los pueblos, algo que no se ha conseguido ni por asomo por mucho que se pregone; el inicio inmediato de las obras del Parador de Turismo, asunto que debería ser de absoluta prioridad para todos, gobierno nacional, regional y oposición, por el revulsivo extraordinario que supondrá para la actividad económica en la comarca; y el inicio lo más rápido posible de las obras de construcción de la Autovía en la Nacional-211. Lo demás, aun siendo importante, estará siempre supeditado a estas iniciativas.
Aunque la mayoría de los alcaldes de nuestros pueblos bastante tienen con ejercer su cargo y aguantar a sus vecinos, y merecen toda nuestra consideración por ello, si la Comunidad de Molina como gran institución política, el alcalde molinés como presidente de la misma y cargo más representativo –y liberado económicamente-, y algunos otros cargos públicos del Señorío hubieran hecho bien su trabajo esta jornada habría carecido de sentido, pero ante la evidente falta de pulso político las asociaciones de los pueblos han tenido que salir a la calle, dejando en evidencia a muchos de los cargos públicos de la comarca y la provincia."
"Más de un millar de molineses se han echado a la calle en la capital comarcal para manifestar su protesta ante la situación que vive el Señorío de Molina, especialmente preocupados por la despoblación en que se ha visto sumida toda la zona y que no tiene visos de solución con las medidas que se están adoptando.
Éxito espectacular para los organizadores de esta jornada lúdico-reivindicativa, pues es reseñable que jamás se había visto en esta tierra una protesta tan numerosa de claro matiz social y de masiva presencia de gentes de los pueblos, que ha sorprendido incluso a los propios organizadores, desbordados por la asistencia a pesar de lo difícil que resulta actualmente movilizar a la población.
Independientemente de los objetivos que se había marcado esta jornada promovida por las asociaciones de la zona, en el sentido de volver a insistir en las reivindicaciones que sistemáticamente vienen pidiendo los molineses desde que apareciera en escena La Otra Guadalajara, este hecho ha supuesto la constatación fehaciente de la situación de crisis profunda que vive la otrora ejemplar Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra.
Esta Institución, que tiene más de ocho siglos de historia y que aún hoy sigue siendo la organización administrativa representativa de los setenta pueblos que la integran, ha mantenido un vergonzoso silencio ante este acontecimiento comarcal y sobre las reivindicaciones de los molineses, evidenciando así que la Comunidad es una entidad en la que no hay peso político alguno y mucho menos una Presidencia que merezca tal nombre.
La Comunidad de Molina no ha sabido, tal vez ni siquiera ha querido –lo que todavía es peor- ponerse al frente del movimiento asociativo molinés, primero junto a La Otra Guadalajara y, ahora, con las asociaciones convocantes, para unir fuerzas en defensa de su tierra, lo que viene a constatar que es incapaz de asumir los grandes retos de futuro que tiene la comarca entera.
Hubiera sido lo lógico y razonable teniendo en cuenta que en la Asamblea de esta Institucional casi milenaria se sientan los alcaldes de todos los pueblos cuyas asociaciones han salido a la calle para decir que hay que hacer algo distinto a lo que se está haciendo, para intentar mejorar. Pero la callada por respuesta.
De las muchas cosas que se piden para la comarca, tres son a mi entender las básicas y fundamentales: la efectiva llegada de las nuevas tecnologías a todos los pueblos, algo que no se ha conseguido ni por asomo por mucho que se pregone; el inicio inmediato de las obras del Parador de Turismo, asunto que debería ser de absoluta prioridad para todos, gobierno nacional, regional y oposición, por el revulsivo extraordinario que supondrá para la actividad económica en la comarca; y el inicio lo más rápido posible de las obras de construcción de la Autovía en la Nacional-211. Lo demás, aun siendo importante, estará siempre supeditado a estas iniciativas.
Aunque la mayoría de los alcaldes de nuestros pueblos bastante tienen con ejercer su cargo y aguantar a sus vecinos, y merecen toda nuestra consideración por ello, si la Comunidad de Molina como gran institución política, el alcalde molinés como presidente de la misma y cargo más representativo –y liberado económicamente-, y algunos otros cargos públicos del Señorío hubieran hecho bien su trabajo esta jornada habría carecido de sentido, pero ante la evidente falta de pulso político las asociaciones de los pueblos han tenido que salir a la calle, dejando en evidencia a muchos de los cargos públicos de la comarca y la provincia."
viernes, 16 de julio de 2010
Movimientos ciudadanos comarcales, sí o sí
Ando ahora muy implicado en la convocatoria de la Jornada reivindicativa de las asociaciones de la sociedad civil de la Comarca que va a tener lugar el día 11 de agosto en Molina. Esta es la causa, Félix, de que no me quede tiempo para acabar de responder a tus dudas que, en otro sentido, también yo las tengo.
Con esta carta, y salvo acontecimientos inesperados, dejo descansar el blog hasta que pase este acontecimiento, cuyos preparativos, creo yo, deben ser tarea absolutamente prioritaria para los que vivimos por aquí y nos preciamos de querer a nuestra tierra y a nuestros pueblos y de luchar por ellos. Después del día once, me tomaré una semana de descanso y volveré de nuevo a los comentarios epistolares. Aprovecho para agradecer muy sinceramente las doce mil ochocientas visitas que le habéis hecho al blog en su corta andadura, así como a los que habéis efectuado cometarios, lo cual me estimula para seguir escribiéndole a Nicolás.
Decía, Félix, que en otro sentido, yo también tengo dudas. No las tengo respecto a lo que procede hacer por ahora ante los problemas de las comarcas rurales y para que despierten sus ayuntamientos, pero sí las tengo sobre sus posibilidades de cristalización.
No tengo dudas, de que desde dentro de los ayuntamientos no es posible emprender por ahora las tareas tendentes a dar solución a los principales problemas municipales de la ciudadanía, cuya inmensa mayoría son de carácter y plasmación comarcal. No las tengo, porque veo que en general los pequeños municipios de nuestras comarcas andan ajenos a estas necesidades por más que sean inherentes a sus obligaciones actuales. No las tengo, porque no conozco ni un solo movimiento intermunicipal en España que esté tomando en sus manos la problemática de su comarca. No las tengo, porque el control político que se ejerce sobre nuestros pequeños municipios convierte a estos en meras prolongaciones de las instituciones regionales y provinciales, sin el menor resquicio para actuar con autonomía. Y no las tengo, en fin, porque en esta comarca ya lo hemos intentado desde dentro del municipalismo durante algunos años con resultado cero.
Todo lo que acabo de decir, Félix, es fuerte y desolador, lo se, pero absolutamente cierto y comprobable. Omitirlo, so pretexto de que se puedan molestar los ayuntamientos, es una blandenguería que sólo sirve para retardar el camino a tomar. Lo que sí procede en honor a la verdad, es hacer la salvedad de que también hay algunos municipios, que no se dejan domeñar por más que lo intenten los políticos desde arriba.
Y todo esto sucede, no lo olvidemos, porque el interés de los principales partidos es el de que no les compliquemos las cosas con infraestructuras, servicios y equipamientos comarcales o con leyes de financiación municipal que garanticen la autonomía de los ayuntmaientos o con listas abiertas etc., pues por más que sean reivindicaciones todas ellas absolutamente necesarias para la calidad de vida de quienes vivimos aquí, para fijar población, para el progreso y para la autonomía municipal, conllevan importantes costes que no los ven compensados en términos de votos que es lo único que les importa a los partidos. Ese es el fondo del asunto y por eso Blanco y Rajoy apuntan en la dirección de desembarazarse de nuestras reivindicaciones y de nuestros pequeños municipios.
No queda otra, pues, amigo Félix, que intentar levantar movimientos comarcales de una u otra manera desde la sociedad civil en toda la España rural interior, en torno a reivindicaciones y planes integrales que den soluciones reales a nuestras comarcas. Y será después en ese transcurrir y en la medida que se vaya creando receptividad y correlación de fuerzas a favor de esos movimientos, cuando los propios municipios se irán viendo forzados a actuar en la misma dirección y cuando los políticos que los controlan desde arriba no les quedará otra que abrir la mano a sus ediles y dejarles ponerse a favor de esas reivindicaciones, siquiera sea para no desprestigiarse por completo.
No obstante, estos movimientos, hoy por hoy, son más una necesidad objetiva, que una realidad. Existen ya algunos, sí, como Soria Ya, Plataforma Ciudadana de Zamora, Plataforma de Cuenca, Plataforma de la Andalucía Oriental o Teruel Existe, pero sus reivindicaciones –justas, por supuesto- son más urbanas que rurales y su asentamiento está principalmente en las capitales y no en las comarcas. Sin embargo, que yo sepa, movimientos rurales comarcales sólo existen dos hasta el momento en España: el de la comarca de Tomelloso y el de la nuestra de Molina de Aragón. Eso sí, tanto los asentados en las ciudades como los dos comarcales tienen en común, entre otras cosas, que están planteando reivindicaciones que son genuinamente municipales, pero de las que pasan los respectivos ayuntamientos, en vez de ponerse al frente.
No tengo ninguna duda, Félix, de que en el plazo corto la solución reside, sí o sí, en que la sociedad civil de nuestras comarcas rurales despierte, vea el panorama municipal que le rodea y asuma desde sí misma la creación de movimientos ciudadanos como el de nuestra comarca de Molina o de Tomelloso. Pero nadie podemos saber si eso va a suceder, dada la escasez de población y, por ende, de gente suficiente para crear, animar y dar consistencia a movimientos así.
Tampoco podemos asegurar nadie, si los dos movimientos ya existentes en el ámbito comarcal u otros que puedan surgir, seguirán manteniendo su pujanza por el tiempo que sean necesarios, o si por el contrario, se estancarán o desaparecerán antes de conseguir sus objetivos, ya que los mismos para tener continuidad y permanecer vivos, precisan del calor y del interés permanente de la ciudadanía donde están ubicados y, asimismo, de la disposición de bastantes personas activas que sean capaces de armonizar sus esfuerzos y ser el núcleo permanente de los mismos. De momento, y en lo que a nuestra comarca se refiere, podemos decir: que llevamos casi cinco años de existencia, que se ha hecho una importantísima labor y que las reivindicaciones han empezado a encauzarse, pero no podemos asegurar cual será su devenir. También podemos decir por experiencia, que la resistencia de los políticos a dar luz verde a los municipios que controlan y a que se pongan en la misma dirección que la sociedad civil, es casi numantina, pues aún siguen en las mismas a pesar de todo lo que llevamos andado.
En definitiva, Félix, no veo otro camino a tomar que el que te he enunciado más arriba en negrilla y en cursiva, aunque sea largo, duro y sin certezas. ¿O hay a caso otra senda más fácil? Si alguien la conoce, que lo diga. Si alguien ve otra salida y quiere contarla en este blog, no tiene más que identificarse en mi correo jeronimolorente@hotmail.com y yo le garantizo que publico todo lo que quiera escribir al respecto.
Con esta carta, y salvo acontecimientos inesperados, dejo descansar el blog hasta que pase este acontecimiento, cuyos preparativos, creo yo, deben ser tarea absolutamente prioritaria para los que vivimos por aquí y nos preciamos de querer a nuestra tierra y a nuestros pueblos y de luchar por ellos. Después del día once, me tomaré una semana de descanso y volveré de nuevo a los comentarios epistolares. Aprovecho para agradecer muy sinceramente las doce mil ochocientas visitas que le habéis hecho al blog en su corta andadura, así como a los que habéis efectuado cometarios, lo cual me estimula para seguir escribiéndole a Nicolás.
Decía, Félix, que en otro sentido, yo también tengo dudas. No las tengo respecto a lo que procede hacer por ahora ante los problemas de las comarcas rurales y para que despierten sus ayuntamientos, pero sí las tengo sobre sus posibilidades de cristalización.
No tengo dudas, de que desde dentro de los ayuntamientos no es posible emprender por ahora las tareas tendentes a dar solución a los principales problemas municipales de la ciudadanía, cuya inmensa mayoría son de carácter y plasmación comarcal. No las tengo, porque veo que en general los pequeños municipios de nuestras comarcas andan ajenos a estas necesidades por más que sean inherentes a sus obligaciones actuales. No las tengo, porque no conozco ni un solo movimiento intermunicipal en España que esté tomando en sus manos la problemática de su comarca. No las tengo, porque el control político que se ejerce sobre nuestros pequeños municipios convierte a estos en meras prolongaciones de las instituciones regionales y provinciales, sin el menor resquicio para actuar con autonomía. Y no las tengo, en fin, porque en esta comarca ya lo hemos intentado desde dentro del municipalismo durante algunos años con resultado cero.
Todo lo que acabo de decir, Félix, es fuerte y desolador, lo se, pero absolutamente cierto y comprobable. Omitirlo, so pretexto de que se puedan molestar los ayuntamientos, es una blandenguería que sólo sirve para retardar el camino a tomar. Lo que sí procede en honor a la verdad, es hacer la salvedad de que también hay algunos municipios, que no se dejan domeñar por más que lo intenten los políticos desde arriba.
Y todo esto sucede, no lo olvidemos, porque el interés de los principales partidos es el de que no les compliquemos las cosas con infraestructuras, servicios y equipamientos comarcales o con leyes de financiación municipal que garanticen la autonomía de los ayuntmaientos o con listas abiertas etc., pues por más que sean reivindicaciones todas ellas absolutamente necesarias para la calidad de vida de quienes vivimos aquí, para fijar población, para el progreso y para la autonomía municipal, conllevan importantes costes que no los ven compensados en términos de votos que es lo único que les importa a los partidos. Ese es el fondo del asunto y por eso Blanco y Rajoy apuntan en la dirección de desembarazarse de nuestras reivindicaciones y de nuestros pequeños municipios.
No queda otra, pues, amigo Félix, que intentar levantar movimientos comarcales de una u otra manera desde la sociedad civil en toda la España rural interior, en torno a reivindicaciones y planes integrales que den soluciones reales a nuestras comarcas. Y será después en ese transcurrir y en la medida que se vaya creando receptividad y correlación de fuerzas a favor de esos movimientos, cuando los propios municipios se irán viendo forzados a actuar en la misma dirección y cuando los políticos que los controlan desde arriba no les quedará otra que abrir la mano a sus ediles y dejarles ponerse a favor de esas reivindicaciones, siquiera sea para no desprestigiarse por completo.
No obstante, estos movimientos, hoy por hoy, son más una necesidad objetiva, que una realidad. Existen ya algunos, sí, como Soria Ya, Plataforma Ciudadana de Zamora, Plataforma de Cuenca, Plataforma de la Andalucía Oriental o Teruel Existe, pero sus reivindicaciones –justas, por supuesto- son más urbanas que rurales y su asentamiento está principalmente en las capitales y no en las comarcas. Sin embargo, que yo sepa, movimientos rurales comarcales sólo existen dos hasta el momento en España: el de la comarca de Tomelloso y el de la nuestra de Molina de Aragón. Eso sí, tanto los asentados en las ciudades como los dos comarcales tienen en común, entre otras cosas, que están planteando reivindicaciones que son genuinamente municipales, pero de las que pasan los respectivos ayuntamientos, en vez de ponerse al frente.
No tengo ninguna duda, Félix, de que en el plazo corto la solución reside, sí o sí, en que la sociedad civil de nuestras comarcas rurales despierte, vea el panorama municipal que le rodea y asuma desde sí misma la creación de movimientos ciudadanos como el de nuestra comarca de Molina o de Tomelloso. Pero nadie podemos saber si eso va a suceder, dada la escasez de población y, por ende, de gente suficiente para crear, animar y dar consistencia a movimientos así.
Tampoco podemos asegurar nadie, si los dos movimientos ya existentes en el ámbito comarcal u otros que puedan surgir, seguirán manteniendo su pujanza por el tiempo que sean necesarios, o si por el contrario, se estancarán o desaparecerán antes de conseguir sus objetivos, ya que los mismos para tener continuidad y permanecer vivos, precisan del calor y del interés permanente de la ciudadanía donde están ubicados y, asimismo, de la disposición de bastantes personas activas que sean capaces de armonizar sus esfuerzos y ser el núcleo permanente de los mismos. De momento, y en lo que a nuestra comarca se refiere, podemos decir: que llevamos casi cinco años de existencia, que se ha hecho una importantísima labor y que las reivindicaciones han empezado a encauzarse, pero no podemos asegurar cual será su devenir. También podemos decir por experiencia, que la resistencia de los políticos a dar luz verde a los municipios que controlan y a que se pongan en la misma dirección que la sociedad civil, es casi numantina, pues aún siguen en las mismas a pesar de todo lo que llevamos andado.
En definitiva, Félix, no veo otro camino a tomar que el que te he enunciado más arriba en negrilla y en cursiva, aunque sea largo, duro y sin certezas. ¿O hay a caso otra senda más fácil? Si alguien la conoce, que lo diga. Si alguien ve otra salida y quiere contarla en este blog, no tiene más que identificarse en mi correo jeronimolorente@hotmail.com y yo le garantizo que publico todo lo que quiera escribir al respecto.
martes, 6 de julio de 2010
El camino es largo, duro y sin atajos.
Y bien, Félix y Nicolás, no creo que nos quepa otra a las comarcas y municipios amenazados por las declaraciones de José Blanco, que permanecer alerta y dar los pasos procedentes para que esas amenazas u otras semejantes no puedan materializarse nunca.
Es evidente que si un día los grandes partidos decidieran tomar la medida de proscribir los ayuntamientos pequeños, procurarían que los ediles municipales afectados no se volvieran en su contra. Si fuera ahora, se aprovecharían de que casi todos los ediles son militantes suyos y de que los tienen habituados a no hacer más política municipal que la que ellos dictan, sea o no sea coincidente con las principales necesidades de los ciudadanos que los han votado. Y se aprovecharían, asimismo, de las horas bajas por las que pasan ahora los ayuntamientos en cuanto a credibilidad y prestigio, como consecuencia de no estar atendiendo debidamente el conjunto de las necesidades locales y comarcales de los ciudadanos a los que representan
Por otro lado, tampoco hay duda, que para eliminar, desatender o no impulsar las infraestructuras y servicios que no sean rentables, o sea, los de las áreas más despobladas, como pretende el rudo ministro, tampoco cuentan por ahora con la oposición de los pequeños municipios, ya que los partidos tienen deliberadamente entretenidos a sus ediles en la política de campanario, a la vez que procuran que no se planteen que la mayoría de las necesidades de cada pequeño municipio están fuera de sus mojoneras, son de carácter comarcal e implica construir la unidad supramunicipal de los ayuntamientos en cada comarca natural para abordarlos y solucionarlos.
Problemas como los de enseñanza, sanidad, transporte, comunicaciones terrestres, telecomunicaciones, promoción del turismo, medio ambiente, apoyo a las iniciativas productivas etc. etc. sólo tienen planteamiento, concreción y plasmación en el ámbito de cada zona natural, es decir, en el de la comarca. Por lo tanto, las pretensiones de Blanco, de materializarse ahora mismo, cogerían a los pequeños municipios en flagrante fuera de juego y no serían obstáculo alguno, para llevar a cabo sus antisociales y anticonstitucionales pretensiones que, por otra parte, desdicen sus propios planes rurales de desarrollo sostenible, que tienen aprobados desde 2007
Así pues, mis queridos amigos, hoy por hoy no son los ediles de los pequeños municipios la punta de lanza contra las pretensiones de Blanco, si no la retaguardia. Quede claro que hablo en términos generales, pues también hay algunos ediles más osados/as o más independientes, que no tragan por todo e intentan hacer una política municipal digna y adaptada a lo que demanda la actual situación.
Tras lo dicho hasta aquí, tras dejar probado, creo yo, que en general los ayuntamientos no están a lo que deberían estar, que existe un gran vacío municipal respecto a las tareas que deberían estar acometiendo, me voy a ceñir a mi propia experiencia que es como mejor puedo explicar las tareas que nos aguardan en las comarcas rurales, para luchar contra la despoblación, por el desarrollo y por una calidad de vida digna, que es a la vez, el mejor antídoto para que las malas intenciones de estos personajes no puedan prosperar nunca.
Fui diez años alcalde de Adobes, empecé practicando también la política localista de campanario, entendí poco a poco que así no se iba a ningún lado y que había que abordar la política municipal de otra manera distinta a la ya caduca -incluso en el interior de cada municipio- en la que nos quieren seguir teniendo sumidos los principales partidos y, sobre todo, me fui dando cuenta que la mayoría de los principales problemas que afectan a cada uno de nuestros pequeños pueblos son de carácter comarcal y que es en ese ámbito donde deben sustanciarse. Intenté junto a algunos otros ediles de la comarca defender esa nueva política desde dentro, chocamos contra el trasnochado inmovilismo partidista y comprobamos lo estéril de nuestras pretensiones.
A partir de ese intento tan frustrante e inútil, decidí seguir poniendo mi grano de arena desde fuera del municipalismo junto a otras personas, pero por las mismas reivindicaciones que pretendíamos desde dentro y que la mayoría de los ediles no se atreven a asumir, al no respaldarlas sus partidos. Consideré que era esta la manera más útil de luchar por nuestros pueblos, al menos en una primera etapa, y creo que tomé el camino correcto.
Esta experiencia, aquí esbozada, es la que os voy a seguir explicando, amigos Félix y Nicolás, en mi carta siguiente, porque la considero positiva y, a mi juicio, válida para la mayoría de las comarcas rurales, cuya problemática es muy similar en cuanto a problemas y necesidades a resolver y, desgraciadamente, muy parecida también en lo relativo a la postura y actitud de sus municipios, que no en vano, están tutelados por los mismos partidos.
Lo que os voy a contar en la siguiente, quede claro, implica transitar por un camino largo y escacobroso, pero yo al menos, no veo otra senda, ni tampoco atajos.
sábado, 26 de junio de 2010
No nos pise, Sr ministro
Si has leído, Félix, las últimas declaraciones públicas con las que nos ha obsequiado José Blanco, verás que su deseo de cargarse los municipios con menor población y de echarle la espalda a las necesidades de la España interior, no dejan lugar a dudas.
Primero declara, que habría que suprimir pequeños municipios, ya que muchos de ellos -dice- no hacen otra cosa que limitarse a atender sus gastos corrientes. Y cuatro días después, vuelve a abrir el pico para manifestar: que no se puede gastar dinero en infraestructuras y servicios que no sean rentables, adelantándonos al respecto, que está haciendo ya un plan para cerrar varias líneas de ferrocarril.
No se si el ministro ha hecho sendas declaraciones, porque le falte tanta frente como nariz le sobra, o si las ha efectuado siendo consciente de lo que significan. Pero lo cierto es que sus pretensiones, de materializarse, no sólo supondrían un desmantelamiento de los municipios con menor población, sino también un revés de consecuencias irreparables para las necesidades de infraestructuras y servicios de la España interior y la puntilla para sus comarcas rurales.
Los ayuntamientos andan mal de recursos económicos y los menos poblados al borde de la bancarrota; eso es cierto, pero también lo es, que se debe a políticas ajenas a los propios municipios, cuyos culpables son al cien por cien los principales partidos políticos y sus dirigentes, uno de los cuales es el Sr. Blanco.
Me explico: La pésima financiación municipal de nuestro país, que es casi tres veces inferior a la media de los países europeos de más tradición democrática (en España se destina a los municipios un 14% del dinero total que se otorga al conjunto de las instituciones, frente al 33% en Europa), priva a los municipios de medios para hacer su propia política y establecer sus prioridades. Desde el inicio de la democracia nos vienen prometiendo los principales partidos una ley de financiación municipal para solucionar el problema, pero treinta años después, todavía seguimos esperándola. Y esa ley no la sacan, porque no les interesa, ya que les quitaría a los dirigentes políticos las posibilidades de control y chantaje sobre los municipios, que ahora ejercen con su sistema de ayudas municipales tureladas y graciables desde las CCAA y las Diputaciones, que conceden, menguan o deniegan, según afinidades, sumisiones, intereses electorales etc. y sin que los ayuntamientos puedan decidir el destino de dichas ayudas.
Si los pequeños municipios dispusieran de financiación suficiente y, por ende, de autonomía para hacer su propia política, se les podría criticar y hasta sancionar a los que no hicieran más cosa, que atender sus gastos corrientes. Pero si están así, es por culpa de los dirigentes políticos de las CCAA y Diputaciones, gobernadas casi todas ellas por el PSOE del Sr. Blanco y por el PP. El propio ministro y los dirigentes de su partido son, pues, culpables de estar llevando a los pequeños municipios deliberadamente al estado de coma -no son rentables electoralmente- y ahora, en vez de reconocer su culpa, pedir perdón y recuperarlos, pretenden aprovechar su agonía para ponerles una inyección letal y de paso, utilizar los cadáveres ante Bruselas, ante los mercados y ante la opinión pública como una acción necesaria para adelgazar la administración, mientras que no la tocan por arriba y por el medio, que es por donde está el cáncer del despilfarro, de los asesores y organismos innecesarios, que implicaría -y eso les jode- desalojar a muchos miles de amigos enchufados por ellos mismos dedocráticamente.
La declaración cuatro días después, de no apoyar infraestructuras y servicios que no sean rentables, sólo se puede explicar por alguna de estas tres razones: pérdida de juicio, gran cara dura o insuficiente inteligencia. También puede ser una mezcla. Ciertamente, que si no se atienden las tremendas carencias de infraestructuras y servicios de la España interior, el Estado y sus CCAA se ahorrarían una auténtica millonada todos los años y cierto también, que para imponer una política tan salvaje les vendría bien disolver los ayuntamientos en los pueblos, a fin de que estos no pudieran defenderse de sus atropellos.
Pero no se si habrá caído en la cuenta el Sr. Blanco, que el atropello que pretende, choca frontalmente contra la constitución, contra las actuales leyes aprobadas por su propio partido y contra las actuales directivas europeas. No es, pues, descartable, que las declaraciones las haya podido realizar en un estado de enajenación mental transitoria. También podría ser que el PSOE hubiera utilizado al más rudo de sus dirigentes para lanzar un globo sonda a ver qué acogida tienen.
Contra la constitución, porque es en ella donde se reconoce el derecho a que todos los ciudadanos tengan unas infraestructuras, unos servicios y unos derechos sociales equivalentes, con independencia del lugar donde se viva. Además es la propia constitución, y por ley orgánica, la que impone el deber de acabar con los actuales desequilibrios entre unos lugares y otros.
Contra la propias leyes aprobadas por su partido y, en concreto, contra los planes de desarrollo rural sostenible a nivel del estado y de las CCAA aprobados en el 2007, en los cuales se apuesta por un conjunto de medidas transversales para el mundo rural (de infraestructura y servicios varias de ellas) a fin de atajar los citados desequilibrios, fomentar el desarrollo, mejorar la calidad de vida rural y combatir la despoblación, reconociendo, incluso, el derecho a aplicar la discriminación positiva.
Contra las directivas europeas, que abogan por todo lo expuesto en el punto anterior y que tienen planes de ayuda para las áreas rurales más desfavorecidas de diversos países, entre ellos España.
En fin, Félix, que no venía mal traer a colación estas asalvajadas declaraciones del Sr. Blanco, ya que atañen por completo al tema que nos traemos entre manos. A la siguiente hablaremos de cómo ir preparándonos, para que pretensiones como las del ministro, no se implanten nunca.
Primero declara, que habría que suprimir pequeños municipios, ya que muchos de ellos -dice- no hacen otra cosa que limitarse a atender sus gastos corrientes. Y cuatro días después, vuelve a abrir el pico para manifestar: que no se puede gastar dinero en infraestructuras y servicios que no sean rentables, adelantándonos al respecto, que está haciendo ya un plan para cerrar varias líneas de ferrocarril.
No se si el ministro ha hecho sendas declaraciones, porque le falte tanta frente como nariz le sobra, o si las ha efectuado siendo consciente de lo que significan. Pero lo cierto es que sus pretensiones, de materializarse, no sólo supondrían un desmantelamiento de los municipios con menor población, sino también un revés de consecuencias irreparables para las necesidades de infraestructuras y servicios de la España interior y la puntilla para sus comarcas rurales.
Los ayuntamientos andan mal de recursos económicos y los menos poblados al borde de la bancarrota; eso es cierto, pero también lo es, que se debe a políticas ajenas a los propios municipios, cuyos culpables son al cien por cien los principales partidos políticos y sus dirigentes, uno de los cuales es el Sr. Blanco.
Me explico: La pésima financiación municipal de nuestro país, que es casi tres veces inferior a la media de los países europeos de más tradición democrática (en España se destina a los municipios un 14% del dinero total que se otorga al conjunto de las instituciones, frente al 33% en Europa), priva a los municipios de medios para hacer su propia política y establecer sus prioridades. Desde el inicio de la democracia nos vienen prometiendo los principales partidos una ley de financiación municipal para solucionar el problema, pero treinta años después, todavía seguimos esperándola. Y esa ley no la sacan, porque no les interesa, ya que les quitaría a los dirigentes políticos las posibilidades de control y chantaje sobre los municipios, que ahora ejercen con su sistema de ayudas municipales tureladas y graciables desde las CCAA y las Diputaciones, que conceden, menguan o deniegan, según afinidades, sumisiones, intereses electorales etc. y sin que los ayuntamientos puedan decidir el destino de dichas ayudas.
Si los pequeños municipios dispusieran de financiación suficiente y, por ende, de autonomía para hacer su propia política, se les podría criticar y hasta sancionar a los que no hicieran más cosa, que atender sus gastos corrientes. Pero si están así, es por culpa de los dirigentes políticos de las CCAA y Diputaciones, gobernadas casi todas ellas por el PSOE del Sr. Blanco y por el PP. El propio ministro y los dirigentes de su partido son, pues, culpables de estar llevando a los pequeños municipios deliberadamente al estado de coma -no son rentables electoralmente- y ahora, en vez de reconocer su culpa, pedir perdón y recuperarlos, pretenden aprovechar su agonía para ponerles una inyección letal y de paso, utilizar los cadáveres ante Bruselas, ante los mercados y ante la opinión pública como una acción necesaria para adelgazar la administración, mientras que no la tocan por arriba y por el medio, que es por donde está el cáncer del despilfarro, de los asesores y organismos innecesarios, que implicaría -y eso les jode- desalojar a muchos miles de amigos enchufados por ellos mismos dedocráticamente.
La declaración cuatro días después, de no apoyar infraestructuras y servicios que no sean rentables, sólo se puede explicar por alguna de estas tres razones: pérdida de juicio, gran cara dura o insuficiente inteligencia. También puede ser una mezcla. Ciertamente, que si no se atienden las tremendas carencias de infraestructuras y servicios de la España interior, el Estado y sus CCAA se ahorrarían una auténtica millonada todos los años y cierto también, que para imponer una política tan salvaje les vendría bien disolver los ayuntamientos en los pueblos, a fin de que estos no pudieran defenderse de sus atropellos.
Pero no se si habrá caído en la cuenta el Sr. Blanco, que el atropello que pretende, choca frontalmente contra la constitución, contra las actuales leyes aprobadas por su propio partido y contra las actuales directivas europeas. No es, pues, descartable, que las declaraciones las haya podido realizar en un estado de enajenación mental transitoria. También podría ser que el PSOE hubiera utilizado al más rudo de sus dirigentes para lanzar un globo sonda a ver qué acogida tienen.
Contra la constitución, porque es en ella donde se reconoce el derecho a que todos los ciudadanos tengan unas infraestructuras, unos servicios y unos derechos sociales equivalentes, con independencia del lugar donde se viva. Además es la propia constitución, y por ley orgánica, la que impone el deber de acabar con los actuales desequilibrios entre unos lugares y otros.
Contra la propias leyes aprobadas por su partido y, en concreto, contra los planes de desarrollo rural sostenible a nivel del estado y de las CCAA aprobados en el 2007, en los cuales se apuesta por un conjunto de medidas transversales para el mundo rural (de infraestructura y servicios varias de ellas) a fin de atajar los citados desequilibrios, fomentar el desarrollo, mejorar la calidad de vida rural y combatir la despoblación, reconociendo, incluso, el derecho a aplicar la discriminación positiva.
Contra las directivas europeas, que abogan por todo lo expuesto en el punto anterior y que tienen planes de ayuda para las áreas rurales más desfavorecidas de diversos países, entre ellos España.
En fin, Félix, que no venía mal traer a colación estas asalvajadas declaraciones del Sr. Blanco, ya que atañen por completo al tema que nos traemos entre manos. A la siguiente hablaremos de cómo ir preparándonos, para que pretensiones como las del ministro, no se implanten nunca.
sábado, 12 de junio de 2010
Acerca de los pequeños municipios y en respuesta a Félix
Aunque con un poco retraso, Félix, te respondo al comentario que hacías en mi carta anterior Fascismo parlamentario en Grecia, donde dejabas un hado de duda acerca de si los ayuntamientos serían capaces de enfrentarse a los poderes institucionales y políticos y jugar el papel que les corresponde.
Efectivamente, amigo Félix, ahí reside el quid de la cuestión, porque si los pequeños municipios fueran capaces de estar a la altura de sus deberes, sin duda que recuperarían el prestigio perdido ante la ciudadanía y obtendrían su apoyo activo ante cualquier intento de proscribirlos. Precisamente, lo preocupante de Grecia no es sólo que los socialistas helenos hayan aprobado en el parlamento la medida de suprimir dos tercios de ayuntamientos, sino también, que los municipios y pueblos afectados no se hayan movilizado resueltamente para impedirla.
Para recuperar ese prestigio se necesita, un profundo cambio democrático municipal, con medidas que impidan a las fuerzas políticas poder tutelar y chantajear a los ayuntamientos. Se precisa ante todo, y con urgencia, una Ley de financiación municipal que dote de recursos económicos propios y suficientes a los municipios para que ellos mismos puedan decidir con autonomía sobre sus asuntos y establecer sus prioridades. Y se precisa, asimismo, sustituir el sistema de listas cerradas y bloqueadas por otro que cree las condiciones para que los ediles no tengan que estar sometidos a sus partidos, sino a la voluntad de sus electores, que son quienes los eligen.
Por otro lado, los municipios pequeños están urgidos a cambiar la actual política conformista, de campanario y trasnochada en algunos aspectos en la que andan sumidos y sustituirla por otra más actualizada, que de soluciones a los problemas reales del momento, tanto a los específicos de cada municipio como, sobre todo, a los supramunicipales, que son todavía mayores y mas urgentes, pero que los ayuntamientos no están tomando en sus manos por ahora.
Ocurre, sin embargo, amigo Félix, que si los ediles municipales no están luchando por nada de lo que acabo de describirte en los dos párrafos anteriores, no es porque no lo vean, sino porque nada de ello es del interés de las fuerzas políticas a las que les deben el cargo, y la mayoría sucumben ante ellas. Ya se que no debería ser así, pero lamentablemente, lo es. Te expongo en qué consiste básicamente ese tutelaje a mi modo de ver:
Sabes como yo, que los partidos, y más cuanto más grandes, son puras máquinas electorales superburocratizadas, a cuya militancia de base le asignan dos funciones: La primera y principal, responder presta cada vez que el partido necesite movilizarlos -casi siempre para respaldar actos electorales- y la segunda, no hacer más política en los ámbitos de base donde viven, que aquella que se decida y controle desde arriba. Para una política así, se requiere una militancia de adhesión, incondicional, acrítica con las decisiones del partido y que no tenga la pretensión de hacer política propia en su ámbito.
Con semejante modelo de partidos, no es posible militar en sus filas, y menos aún acceder a puestos de más responsabilidad, a quienes posean la fea costumbre de tener opinión y criterios propios. Quien pretenda militar sin renunciar a su derecho de opinar con libertad, ya sabe lo que le espera: será considerado como alguien incómodo y no se le permitirá acceder a organismos o cargos de cualquier responsabilidad en el partido y en las instituciones, los cuales quedan reservados para los militantes mas incondicionales, entre los que se hallan también todos los arribistas, que andan ávidos de encontrar el momento de dar cauce a sus ambiciones oportunistas.
Es precisamente con la parte de su militancia más incondicional y oportunista, con la que los dirigentes burócratas del partido confeccionan sus candidaturas municipales. Sólo en los casos en que no encuentran gente de ese perfil y, antes que no presentar a nadie, tragan con otros candidatos que no les son tan agradables. Y, por si les faltaba algo para hacer las candidaturas a su medida, todavía cuentan con el antidemocrático sistema de listas cerradas y bloqueadas -desechado en todos los países con tradición democrática- para obligarnos a votar una determinada lista y, además, por el orden que ellos nos la impongan.
Una vez elegidos, poco cabe esperar de unos ediles que le deben el cargo a quienes los colocaron en las listas. Y por si no fuera suficiente para controlar el cotarro, todavía cuentan los dirigentes burócratas con la herramienta de las ayudas a los ayuntamientos, que como sabrás, Félix, son ayudas graciables que se conceden a los municipios desde las altas instancias y que llevan implícito un fuerte componente de tutelaje y chantaje, dado que también pueden no concederse o llegar mermadas, si los ediles a quienes deben otorgárselas no son de su agrado. Y si hay concejales o alcaldes que a pesar de todos los obstáculos descritos, aún se atreven a saltárselos y poner por delante los intereses de sus ciudadanos, pues los aguantarán de mala gana y aprovecharán para vengarse a la siguiente legislatura, excluyéndolos de las nuevas listas.
Tanto condicionamiento y tutelaje, Félix, es un gran impedimento para que los ediles puedan llevar a cabo la política que desearían hacer si se sintieran más libres. Sin embargo, este sometimiento de los cargos municipales a las fuerzas políticas, no suele afectar a la gestión de los municipios medianos y grandes, porque dichas fuerzas, como maquinarias electorales que son, procuran que se haga en ellos la mejor política posible, dado que es ahí donde están los principales caladeros de votos. En cambio, para los pequeños municipios el tutelaje es una lacra de consecuencias funestas, porque va encaminado a conseguir que los ayuntamientos se conformen sin rechistar con muchísimo menos de lo que precisan, ya que cuanto menos dinero se gaste en las zonas que aportan tan pocos votos, más queda para derivarlo hacia áreas más pobladas y, por ende, de mucho mayor rédito electoral.
Espero, Félix, haberte dado razones suficientes del por qué la mayoría de los ediles de los pequeños municipios, no van a ser los que mayor cara le planten a los de arriba, ni tampoco van a constituir a priori la vanguardia del cambio de actitud y de política municipal que se necesita.
Sin embargo, urge salir del pozo y empezar a cambiar la actual tendencia, porque hay muchas necesidades por resolver que no están para más esperas y porque hay que empezar a aportar claridad ante los nubarrones que se ciernen sobre el horizonte, donde el jefe del partido de la alternancia ve con simpatía lo de Grecia y el segundo jefe del partido que gobierna, todavía llega mucho más lejos y propone en España algo parecido, basándose en solemnes e intolerables falacias. En la siguiente, Félix, terminaré de responderte. Te hablaré de lo que, a mi juicio, encierran esos nubarrones y de lo que se puede y se debe hacer desde ya mismo a favor de los pequeños municipios desde nuestros pueblos y nuestras comarcas, para que estos, a pesar de todo, empiecen a jugar su imprescindible papel.
Efectivamente, amigo Félix, ahí reside el quid de la cuestión, porque si los pequeños municipios fueran capaces de estar a la altura de sus deberes, sin duda que recuperarían el prestigio perdido ante la ciudadanía y obtendrían su apoyo activo ante cualquier intento de proscribirlos. Precisamente, lo preocupante de Grecia no es sólo que los socialistas helenos hayan aprobado en el parlamento la medida de suprimir dos tercios de ayuntamientos, sino también, que los municipios y pueblos afectados no se hayan movilizado resueltamente para impedirla.
Para recuperar ese prestigio se necesita, un profundo cambio democrático municipal, con medidas que impidan a las fuerzas políticas poder tutelar y chantajear a los ayuntamientos. Se precisa ante todo, y con urgencia, una Ley de financiación municipal que dote de recursos económicos propios y suficientes a los municipios para que ellos mismos puedan decidir con autonomía sobre sus asuntos y establecer sus prioridades. Y se precisa, asimismo, sustituir el sistema de listas cerradas y bloqueadas por otro que cree las condiciones para que los ediles no tengan que estar sometidos a sus partidos, sino a la voluntad de sus electores, que son quienes los eligen.
Por otro lado, los municipios pequeños están urgidos a cambiar la actual política conformista, de campanario y trasnochada en algunos aspectos en la que andan sumidos y sustituirla por otra más actualizada, que de soluciones a los problemas reales del momento, tanto a los específicos de cada municipio como, sobre todo, a los supramunicipales, que son todavía mayores y mas urgentes, pero que los ayuntamientos no están tomando en sus manos por ahora.
Ocurre, sin embargo, amigo Félix, que si los ediles municipales no están luchando por nada de lo que acabo de describirte en los dos párrafos anteriores, no es porque no lo vean, sino porque nada de ello es del interés de las fuerzas políticas a las que les deben el cargo, y la mayoría sucumben ante ellas. Ya se que no debería ser así, pero lamentablemente, lo es. Te expongo en qué consiste básicamente ese tutelaje a mi modo de ver:
Sabes como yo, que los partidos, y más cuanto más grandes, son puras máquinas electorales superburocratizadas, a cuya militancia de base le asignan dos funciones: La primera y principal, responder presta cada vez que el partido necesite movilizarlos -casi siempre para respaldar actos electorales- y la segunda, no hacer más política en los ámbitos de base donde viven, que aquella que se decida y controle desde arriba. Para una política así, se requiere una militancia de adhesión, incondicional, acrítica con las decisiones del partido y que no tenga la pretensión de hacer política propia en su ámbito.
Con semejante modelo de partidos, no es posible militar en sus filas, y menos aún acceder a puestos de más responsabilidad, a quienes posean la fea costumbre de tener opinión y criterios propios. Quien pretenda militar sin renunciar a su derecho de opinar con libertad, ya sabe lo que le espera: será considerado como alguien incómodo y no se le permitirá acceder a organismos o cargos de cualquier responsabilidad en el partido y en las instituciones, los cuales quedan reservados para los militantes mas incondicionales, entre los que se hallan también todos los arribistas, que andan ávidos de encontrar el momento de dar cauce a sus ambiciones oportunistas.
Es precisamente con la parte de su militancia más incondicional y oportunista, con la que los dirigentes burócratas del partido confeccionan sus candidaturas municipales. Sólo en los casos en que no encuentran gente de ese perfil y, antes que no presentar a nadie, tragan con otros candidatos que no les son tan agradables. Y, por si les faltaba algo para hacer las candidaturas a su medida, todavía cuentan con el antidemocrático sistema de listas cerradas y bloqueadas -desechado en todos los países con tradición democrática- para obligarnos a votar una determinada lista y, además, por el orden que ellos nos la impongan.
Una vez elegidos, poco cabe esperar de unos ediles que le deben el cargo a quienes los colocaron en las listas. Y por si no fuera suficiente para controlar el cotarro, todavía cuentan los dirigentes burócratas con la herramienta de las ayudas a los ayuntamientos, que como sabrás, Félix, son ayudas graciables que se conceden a los municipios desde las altas instancias y que llevan implícito un fuerte componente de tutelaje y chantaje, dado que también pueden no concederse o llegar mermadas, si los ediles a quienes deben otorgárselas no son de su agrado. Y si hay concejales o alcaldes que a pesar de todos los obstáculos descritos, aún se atreven a saltárselos y poner por delante los intereses de sus ciudadanos, pues los aguantarán de mala gana y aprovecharán para vengarse a la siguiente legislatura, excluyéndolos de las nuevas listas.
Tanto condicionamiento y tutelaje, Félix, es un gran impedimento para que los ediles puedan llevar a cabo la política que desearían hacer si se sintieran más libres. Sin embargo, este sometimiento de los cargos municipales a las fuerzas políticas, no suele afectar a la gestión de los municipios medianos y grandes, porque dichas fuerzas, como maquinarias electorales que son, procuran que se haga en ellos la mejor política posible, dado que es ahí donde están los principales caladeros de votos. En cambio, para los pequeños municipios el tutelaje es una lacra de consecuencias funestas, porque va encaminado a conseguir que los ayuntamientos se conformen sin rechistar con muchísimo menos de lo que precisan, ya que cuanto menos dinero se gaste en las zonas que aportan tan pocos votos, más queda para derivarlo hacia áreas más pobladas y, por ende, de mucho mayor rédito electoral.
Espero, Félix, haberte dado razones suficientes del por qué la mayoría de los ediles de los pequeños municipios, no van a ser los que mayor cara le planten a los de arriba, ni tampoco van a constituir a priori la vanguardia del cambio de actitud y de política municipal que se necesita.
Sin embargo, urge salir del pozo y empezar a cambiar la actual tendencia, porque hay muchas necesidades por resolver que no están para más esperas y porque hay que empezar a aportar claridad ante los nubarrones que se ciernen sobre el horizonte, donde el jefe del partido de la alternancia ve con simpatía lo de Grecia y el segundo jefe del partido que gobierna, todavía llega mucho más lejos y propone en España algo parecido, basándose en solemnes e intolerables falacias. En la siguiente, Félix, terminaré de responderte. Te hablaré de lo que, a mi juicio, encierran esos nubarrones y de lo que se puede y se debe hacer desde ya mismo a favor de los pequeños municipios desde nuestros pueblos y nuestras comarcas, para que estos, a pesar de todo, empiecen a jugar su imprescindible papel.
martes, 8 de junio de 2010
Indurain, Nadal e Iniesta
Hola, Nicolás. En tanto preparo adecuadamente la contestación a Félix sobre el comentario que hizo en la misiva anterior acerca de los ayuntamientos, he decidido aprovechar y hablarte por una vez de deporte, o mejor dicho: de iconos deportivos.
Tenemos la inmensa suerte de contar en nuestro país con dos grandes iconos que han conseguido los máximos éxitos a través del sacrificio y el esfuerzo: Indurain y Nadal.
No quiero negar la clase y técnica que estos inmensos deportistas poseen; pero sólo con ello no hubieran llegado a ser los mejores de un modo tan indiscutible. Uno y otro han llegado donde han llegado, porque han sabido agotar mejor que nadie su recorrido de mejora, a través de su voluntad, espiritu de sacrificio y constancia en el esfuerzo; cualidades todos ellas muy fáciles de decir, pero muy difíciles de mantener día tras día.
Pero no sólo eso. Estos dos pedazos de buenas personas son tan grandes en su humildad, que hasta dan la sensación de que les duele la derrota de su adversario. Y son tan sensatos consigo mismos y tan generosos en reconocer los méritos de sus adversarios cuando pierden, que hasta das por bueno el verlos perder alguna vez.
Debemos celebrar el que haya tantos niños y tantos jóvenes que los admiran y los tienen como verdaderos iconos de referencia, y ello por dos razones: La primera, porque trasmiten la cultura del esfuerzo como nadie y demuestran con su ejemplo que todos tenemos un amplio recorrido para la mejora y el éxito si somos sacrificados y constantes. Y la segunda, porque humanizan el deporte de competición y descalifican, sin proponérselo, la indeseada influencia de los ganadores arrogantes, chulescos y prepotentes. No se si alguna vez llegaremos a entender el bien impagable que estos dos excepcionales deportistas aportan a la sociedad y, especialmente, a la juventud. ¡Ojala que sí!
Andrés Iniesta es otro ejemplo semejante, solo que en este caso, dentro de un deporte que se practica en equipo. Si este singular futbolista se acopla a jugar en cualquier puesto, no es porque tenga dotes naturales para ello; las tiene como el que más para organizar el juego, jugar entre líneas, dar asistencias, desequilibrar con sus inimitables fintas; pero su altísimo espíritu de trabajo en equipo le ha hecho desarrollar otras cualidades a puro de practicarlas, a puro de sacrificio y, gracias a ello, es capaz de fajarse en la presión y en la defensa como el primero y de acabar siendo el jugador más polivalente que ha dado el futbol.
Si añadimos a lo anterior su humildad, su imagen merecida de buena persona, su respeto a los adversarios y a sus compañeros puesto a prueba en su larga etapa de suplente, podemos decir que estamos ante el ejemplo más admirable de un deportista de equipo. Por eso lo aplauden en todos los campos, incluidas las aficiones más contrarias al barça. Bien chaval, tú también eres un gran icono para la juventud y para todos. Es dificilísimo, que un futbolista del Barcelona o del Madrid llegue a ser admirado y querido por todos. Y tú, Iniesta, lo has conseguido.
Tenemos la inmensa suerte de contar en nuestro país con dos grandes iconos que han conseguido los máximos éxitos a través del sacrificio y el esfuerzo: Indurain y Nadal.
No quiero negar la clase y técnica que estos inmensos deportistas poseen; pero sólo con ello no hubieran llegado a ser los mejores de un modo tan indiscutible. Uno y otro han llegado donde han llegado, porque han sabido agotar mejor que nadie su recorrido de mejora, a través de su voluntad, espiritu de sacrificio y constancia en el esfuerzo; cualidades todos ellas muy fáciles de decir, pero muy difíciles de mantener día tras día.
Pero no sólo eso. Estos dos pedazos de buenas personas son tan grandes en su humildad, que hasta dan la sensación de que les duele la derrota de su adversario. Y son tan sensatos consigo mismos y tan generosos en reconocer los méritos de sus adversarios cuando pierden, que hasta das por bueno el verlos perder alguna vez.
Debemos celebrar el que haya tantos niños y tantos jóvenes que los admiran y los tienen como verdaderos iconos de referencia, y ello por dos razones: La primera, porque trasmiten la cultura del esfuerzo como nadie y demuestran con su ejemplo que todos tenemos un amplio recorrido para la mejora y el éxito si somos sacrificados y constantes. Y la segunda, porque humanizan el deporte de competición y descalifican, sin proponérselo, la indeseada influencia de los ganadores arrogantes, chulescos y prepotentes. No se si alguna vez llegaremos a entender el bien impagable que estos dos excepcionales deportistas aportan a la sociedad y, especialmente, a la juventud. ¡Ojala que sí!
Andrés Iniesta es otro ejemplo semejante, solo que en este caso, dentro de un deporte que se practica en equipo. Si este singular futbolista se acopla a jugar en cualquier puesto, no es porque tenga dotes naturales para ello; las tiene como el que más para organizar el juego, jugar entre líneas, dar asistencias, desequilibrar con sus inimitables fintas; pero su altísimo espíritu de trabajo en equipo le ha hecho desarrollar otras cualidades a puro de practicarlas, a puro de sacrificio y, gracias a ello, es capaz de fajarse en la presión y en la defensa como el primero y de acabar siendo el jugador más polivalente que ha dado el futbol.
Si añadimos a lo anterior su humildad, su imagen merecida de buena persona, su respeto a los adversarios y a sus compañeros puesto a prueba en su larga etapa de suplente, podemos decir que estamos ante el ejemplo más admirable de un deportista de equipo. Por eso lo aplauden en todos los campos, incluidas las aficiones más contrarias al barça. Bien chaval, tú también eres un gran icono para la juventud y para todos. Es dificilísimo, que un futbolista del Barcelona o del Madrid llegue a ser admirado y querido por todos. Y tú, Iniesta, lo has conseguido.
miércoles, 2 de junio de 2010
Fascismo parlamentario en Grecia
Supongo que habrás caído en la cuenta, Nicolás, de que mi carta anterior aludía al atentado cometido contra la democracia por el parlamento griego de suprimir dos tercios de los ayuntamientos helenos con la excusa de reducir el déficit. De 1.034 ayuntamientos que tenía, se quedan en 355. Proscriben, redondeando, los 700 ayuntamientos con menos habitantes.
El personaje de nuestro país al que me refería, que saludó ese acuerdo fascistoide y lo consideró adecuado para nuestro país, alegando que en España hay mucha administración, no era otro que Mariano Rajoy. Lo dijo el día 28 de mayo en una conferencia en el Círculo de Economía celebrada en Sitges.
Es una medida que apenas aporta nada a la reducción del déficit, pero que sirve para trasmitir un mensaje a los mercados y a Bruselas de que se están adelgazando las administraciones en Grecia. Y para ello, no les ha importado cepillarse las instituciones más cercanas a la gente, los únicos organismos donde la ciudadanía tiene ciertas posibilidades de participación, seguimiento y control y, en definitiva, de ejercer la democracia. No les ha importando, siquiera, llenar de indignidad al parlamento, tomando un acuerdo que es fascismo de nuevo cuño, porque fascismo es suprimir democracia, se acuerde donde se acuerde.
Por lo visto, para Rajoy es mejor dejar proscritos (¡¡¡proscritos!!!) los municipios pequeños por más necesarios que sean y aunque no resida en ellos el problema -no tienen liberados, ni burocracia- que meter el bisturí a las administraciones por arriba y por el medio, que es donde está el verdadero cáncer, donde se halla instalada toda la burocracia y el despilfarro y donde existe la posibilidad real de ahorrarle al erario público muchos miles de millones. Pero claro, meter la tijera por donde hay que meterla conlleva que, tanto Rajoy y los suyos, como otros partidos, tienen que desalojar de las administraciones a muchos miles de personas, la mayoría de ellas correligionarias, familiares y amigas del partido que gobierna en cada lugar, y eso, leches.
Sr. Rajoy, en nuestro país no es necesario cargarse las administraciones como tales, ni siquiera por arriba ni por el medio, que es donde les ha salido panza, sino adelgazarlas de verdad, limpiarlas de burocracia, de tantos y tantos organismos inútiles y prescindibles, de tantos y tantos cargos innecesarios y de tantos y tantos pesebreros colocados dedocráticamente.
En España -también en Europa- se ha pasado de puntillas sobre este acuerdo fascista tomado por el parlamento griego. Ni los políticos, ni los medios lo han denunciado. Sin duda que en estos momentos, el mayor peligro para los intereses de nuestros municipios proviene de Rajoy, porque se ha pronunciado públicamente a favor de proscribirlos y porque, además, tiene posibilidades reales de ser el próximo presidente de nuestro país. Pero tampoco nos podemos fiar, Nicolás, del resto de las fuerzas que callan lo que han hecho con los municipios helenos, en vez de denunciar lo ocurrido; porque eso significa que están de acuerdo o que al menos no lo ven mal; pues cuando les interesa hacerse oír, bien ruidosos que son y bien pronto que salen a la palestra.
En esta carta sólo he pretendido meterte en el tema, para que vayas reflexionando y dándote cuenta de la gravedad del problema. Te mandaré otras sobre el asunto, que hay mucho que decir. Será enseguida.
El personaje de nuestro país al que me refería, que saludó ese acuerdo fascistoide y lo consideró adecuado para nuestro país, alegando que en España hay mucha administración, no era otro que Mariano Rajoy. Lo dijo el día 28 de mayo en una conferencia en el Círculo de Economía celebrada en Sitges.
Es una medida que apenas aporta nada a la reducción del déficit, pero que sirve para trasmitir un mensaje a los mercados y a Bruselas de que se están adelgazando las administraciones en Grecia. Y para ello, no les ha importado cepillarse las instituciones más cercanas a la gente, los únicos organismos donde la ciudadanía tiene ciertas posibilidades de participación, seguimiento y control y, en definitiva, de ejercer la democracia. No les ha importando, siquiera, llenar de indignidad al parlamento, tomando un acuerdo que es fascismo de nuevo cuño, porque fascismo es suprimir democracia, se acuerde donde se acuerde.
Por lo visto, para Rajoy es mejor dejar proscritos (¡¡¡proscritos!!!) los municipios pequeños por más necesarios que sean y aunque no resida en ellos el problema -no tienen liberados, ni burocracia- que meter el bisturí a las administraciones por arriba y por el medio, que es donde está el verdadero cáncer, donde se halla instalada toda la burocracia y el despilfarro y donde existe la posibilidad real de ahorrarle al erario público muchos miles de millones. Pero claro, meter la tijera por donde hay que meterla conlleva que, tanto Rajoy y los suyos, como otros partidos, tienen que desalojar de las administraciones a muchos miles de personas, la mayoría de ellas correligionarias, familiares y amigas del partido que gobierna en cada lugar, y eso, leches.
Sr. Rajoy, en nuestro país no es necesario cargarse las administraciones como tales, ni siquiera por arriba ni por el medio, que es donde les ha salido panza, sino adelgazarlas de verdad, limpiarlas de burocracia, de tantos y tantos organismos inútiles y prescindibles, de tantos y tantos cargos innecesarios y de tantos y tantos pesebreros colocados dedocráticamente.
En España -también en Europa- se ha pasado de puntillas sobre este acuerdo fascista tomado por el parlamento griego. Ni los políticos, ni los medios lo han denunciado. Sin duda que en estos momentos, el mayor peligro para los intereses de nuestros municipios proviene de Rajoy, porque se ha pronunciado públicamente a favor de proscribirlos y porque, además, tiene posibilidades reales de ser el próximo presidente de nuestro país. Pero tampoco nos podemos fiar, Nicolás, del resto de las fuerzas que callan lo que han hecho con los municipios helenos, en vez de denunciar lo ocurrido; porque eso significa que están de acuerdo o que al menos no lo ven mal; pues cuando les interesa hacerse oír, bien ruidosos que son y bien pronto que salen a la palestra.
En esta carta sólo he pretendido meterte en el tema, para que vayas reflexionando y dándote cuenta de la gravedad del problema. Te mandaré otras sobre el asunto, que hay mucho que decir. Será enseguida.
domingo, 30 de mayo de 2010
Los tontos del "brote" y otros peores aún
Sí, Nicolás, sí, llevas razón cuando me dices: comparto los aluviones de críticas que califican de falsos, necios, ridículos, ignorantes y otros epítetos semejantes, a los mensajes que nos trasmiten desde el poder, de que a la crisis en España le aparecen brotes verdes; y la llevas, porque es la pura evidencia, que aquí no hay más brotes verdes hasta ahora, que los que nos ha traído la naturaleza en tan esplendorosa primavera.
Pero aprovecho para decirte que es infinitamente peor aún, que al amparo de la consabida crisis, haya aparecido un brote nítidamente fascista en determinado país de Europa, del que ya se ha hecho eco para emularlo, un aspirante a gobernante de nuestro país. ¿Qué a qué brote me refiero? En dos o tres días te lo diré, aunque si no te das cuenta enseguida de qué va, es mejor que te lo hagas mirar, porque eso querría decir, que tienes muy bajas las defensas democráticas y necesitamos mantenerlas muy altas para impedir, que un fascismo de nuevo cuño, se instale en España y en Europa so pretexto de la crisis.
Pero aprovecho para decirte que es infinitamente peor aún, que al amparo de la consabida crisis, haya aparecido un brote nítidamente fascista en determinado país de Europa, del que ya se ha hecho eco para emularlo, un aspirante a gobernante de nuestro país. ¿Qué a qué brote me refiero? En dos o tres días te lo diré, aunque si no te das cuenta enseguida de qué va, es mejor que te lo hagas mirar, porque eso querría decir, que tienes muy bajas las defensas democráticas y necesitamos mantenerlas muy altas para impedir, que un fascismo de nuevo cuño, se instale en España y en Europa so pretexto de la crisis.
sábado, 22 de mayo de 2010
Algunos apuntes sobre el evento de Tomelloso
Lo prometido es deuda, Nicolás. Te hablo del encuentro celebrado en Tomelloso el fin de semana pasado, si bien a título personal y no como delegado de La Otra Guadajara.
El manifiesto aprobado lo tienes en la página www.laotraguadalajara.net bajo el título Manifiesto de las Plataformas de la “España Olvidada". Léelo y así me ahorras comentarte su contenido. Sólo indicarte que los puntos seis y siete del manifiesto son los que hacen referencia a la problemática de las comarcas rurales de la España interior, entre las que se halla la nuestra de Molina.
El encuentro se desarrolló en un ambiente de gran madurez. En todo momento predominó el interés por encontrar puntos de coincidencia y de consenso. Si te fijas bien, verás que el texto no tiene un estilo determinado, sino que es el reflejo de las diversas propuestas que fuimos aportando unos y otros.
Existía mucho interés por parte de todos los asistentes en conocer las experiencias de todas las plataformas. Incluso las comidas y sobremesas se aprovecharon para ello. Al fin y al cabo, se trata de andaduras novedosas, sin precedentes en España, surgidas de forma propia en cada área geográfica, y existía cierta necesidad de conocer cómo funcionábamos en cada lugar y cómo nos las arreglábamos ante determinadas situaciones. Encontramos muchos puntos de coincidencia entre las plataformas: Movimientos abiertos, unitarios, apartidistas, reivindicaciones transversales, principalmente de infraestructuras y servicios, buena acogida y apoyo de la ciudadanía, muchas reticencias por parte de los principales partidos políticos y de las instituciones que controlan y tutelan etc. Todo casi calcado, a pesar de haber crecido cada movimiento a su aire.
El conjunto del debate nos ayudó también a darnos cuenta de todo lo que había de común y de diferente en nuestras propuestas.
A partir de la evidencia de los enormes desequilibrios y desventajas existentes en infraestructuras, servicios, desarrollo y oportunidades para las iniciativas privadas entre la España interior y el resto del territorio, en la que todos coincidimos y de constatar, asimismo, que ni antes, ni ahora con la democracia las fuerzas políticas y las instituciones no están haciendo nada por acortar esas diferencias, se pasó a profundizar más pormenorizamente en las problemáticas reales, que a mi juicio, se pueden agrupar en dos realidades paralelas y coexistentes, pero a la vez diferentes.
Por un lado, tenemos los grandes problemas de vertebración territorial, cuya solución exige la creación y/o modernización de redes terrestres de ferrocarriles y autovías principalmente, lo cual redundaría en beneficio directo de las ciudades y pueblos más habitados de la desatendida España interior, y mucho más aún, si esas actuaciones se complementan con otras reivindicaciones y proyectos de carácter universitario, hospitalario, instalación de empresas importantes, etc., que también llevan incluidas las plataformas en sus propuestas.
Por otro lado, nos encontramos conque dentro de esa España interior existe otra realidad específica y propia, la que configuran las comarcas rurales, entre ellas, la nuestra, cuyas necesidades son igualmente de infraestructuras, servicios y estímulos a las iniciativas productivas etc., pero que no siempre son las mismas que en las ciudades, sino mucho más básicas y que si no se solucionan con rapidez, será ya demasiado tarde para la tarea de fijar e incrementar población, que es el problema de fondo de todo el mundo rural de la España interior.
Nuestra provincia de Guadalajara es el mejor paradigma de que la vertebración de la nación y otras soluciones que demandan las capitales de provincias, hoy olvidadas, serían decisivas para esas poblaciones que las reivindican y las necesitan, pero no servirían, en cambio, para resolver a la par los problemas del mundo rural. Nuestra capital cuenta ya con todo lo que otras ciudades marginadas demandan y, sin embargo, ello no ha evitado la existencia de dos Guadalajaras antagónicas: la bien comunicada, que crece al amparo de la expansión de Madrid y la otra Guadalajara, la rural, la despoblada y olvidada, la que tiene comarcas como la nuestra de Molina con menos de dos habitantes por km2.
Sin embargo tengo que decirte, Nicolás, que he regresado del evento muy convencido de que no debemos crear barreras ni antagonismos entre unas y otras reivindicaciones de la España interior, aunque no sean las mismas siempre, sino hacerlas coexistir como se ha hecho en el manifiesto, a fin de poder ir uniendo a todas las plataformas existentes y que vayan surgiendo y crear un movimiento amplio, fuerte y capaz de luchar con eficacia desde la social civil para forzar a los partidos, a los gobiernos, a los parlamentos y al resto de las instituciones -incluidas las provinciales, comarcales y locales- a que dejen de echar la espalda a los problemas de fondo que necesitan resolver las gentes a las que representan -aunque muy mal por ahora- y se impliquen de una puñetera vez en solucionarlos.
No quiero acabar esta carta, Nico, sin agradecer la extraordinaria hospitalidad y atenciones de los compañeros y compañeras de Tomelloso que han tenido en todo momento con los asistentes al evento. Creedme, sois muy buena gente.
El manifiesto aprobado lo tienes en la página www.laotraguadalajara.net bajo el título Manifiesto de las Plataformas de la “España Olvidada". Léelo y así me ahorras comentarte su contenido. Sólo indicarte que los puntos seis y siete del manifiesto son los que hacen referencia a la problemática de las comarcas rurales de la España interior, entre las que se halla la nuestra de Molina.
El encuentro se desarrolló en un ambiente de gran madurez. En todo momento predominó el interés por encontrar puntos de coincidencia y de consenso. Si te fijas bien, verás que el texto no tiene un estilo determinado, sino que es el reflejo de las diversas propuestas que fuimos aportando unos y otros.
Existía mucho interés por parte de todos los asistentes en conocer las experiencias de todas las plataformas. Incluso las comidas y sobremesas se aprovecharon para ello. Al fin y al cabo, se trata de andaduras novedosas, sin precedentes en España, surgidas de forma propia en cada área geográfica, y existía cierta necesidad de conocer cómo funcionábamos en cada lugar y cómo nos las arreglábamos ante determinadas situaciones. Encontramos muchos puntos de coincidencia entre las plataformas: Movimientos abiertos, unitarios, apartidistas, reivindicaciones transversales, principalmente de infraestructuras y servicios, buena acogida y apoyo de la ciudadanía, muchas reticencias por parte de los principales partidos políticos y de las instituciones que controlan y tutelan etc. Todo casi calcado, a pesar de haber crecido cada movimiento a su aire.
El conjunto del debate nos ayudó también a darnos cuenta de todo lo que había de común y de diferente en nuestras propuestas.
A partir de la evidencia de los enormes desequilibrios y desventajas existentes en infraestructuras, servicios, desarrollo y oportunidades para las iniciativas privadas entre la España interior y el resto del territorio, en la que todos coincidimos y de constatar, asimismo, que ni antes, ni ahora con la democracia las fuerzas políticas y las instituciones no están haciendo nada por acortar esas diferencias, se pasó a profundizar más pormenorizamente en las problemáticas reales, que a mi juicio, se pueden agrupar en dos realidades paralelas y coexistentes, pero a la vez diferentes.
Por un lado, tenemos los grandes problemas de vertebración territorial, cuya solución exige la creación y/o modernización de redes terrestres de ferrocarriles y autovías principalmente, lo cual redundaría en beneficio directo de las ciudades y pueblos más habitados de la desatendida España interior, y mucho más aún, si esas actuaciones se complementan con otras reivindicaciones y proyectos de carácter universitario, hospitalario, instalación de empresas importantes, etc., que también llevan incluidas las plataformas en sus propuestas.
Por otro lado, nos encontramos conque dentro de esa España interior existe otra realidad específica y propia, la que configuran las comarcas rurales, entre ellas, la nuestra, cuyas necesidades son igualmente de infraestructuras, servicios y estímulos a las iniciativas productivas etc., pero que no siempre son las mismas que en las ciudades, sino mucho más básicas y que si no se solucionan con rapidez, será ya demasiado tarde para la tarea de fijar e incrementar población, que es el problema de fondo de todo el mundo rural de la España interior.
Nuestra provincia de Guadalajara es el mejor paradigma de que la vertebración de la nación y otras soluciones que demandan las capitales de provincias, hoy olvidadas, serían decisivas para esas poblaciones que las reivindican y las necesitan, pero no servirían, en cambio, para resolver a la par los problemas del mundo rural. Nuestra capital cuenta ya con todo lo que otras ciudades marginadas demandan y, sin embargo, ello no ha evitado la existencia de dos Guadalajaras antagónicas: la bien comunicada, que crece al amparo de la expansión de Madrid y la otra Guadalajara, la rural, la despoblada y olvidada, la que tiene comarcas como la nuestra de Molina con menos de dos habitantes por km2.
Sin embargo tengo que decirte, Nicolás, que he regresado del evento muy convencido de que no debemos crear barreras ni antagonismos entre unas y otras reivindicaciones de la España interior, aunque no sean las mismas siempre, sino hacerlas coexistir como se ha hecho en el manifiesto, a fin de poder ir uniendo a todas las plataformas existentes y que vayan surgiendo y crear un movimiento amplio, fuerte y capaz de luchar con eficacia desde la social civil para forzar a los partidos, a los gobiernos, a los parlamentos y al resto de las instituciones -incluidas las provinciales, comarcales y locales- a que dejen de echar la espalda a los problemas de fondo que necesitan resolver las gentes a las que representan -aunque muy mal por ahora- y se impliquen de una puñetera vez en solucionarlos.
No quiero acabar esta carta, Nico, sin agradecer la extraordinaria hospitalidad y atenciones de los compañeros y compañeras de Tomelloso que han tenido en todo momento con los asistentes al evento. Creedme, sois muy buena gente.
viernes, 14 de mayo de 2010
Te informaré al regreso, Nicolás
Al momento de escribirte estas líneas, Nicolás, tengo ya la bolsa de viaje preparada, ligera de ropa y cargada de ilusiones, para marchar hacia Tomelloso formando parte de la delegación de La Otra Guadalajara, que va a acudir al primer evento de carácter nacional de plataformas y movimientos ciudadanos de la olvidada España interior, que se va a celebrar este fin de semana.
Te recuerdo a vuela pluma -llevo prisa- algunos rasgos acerca del contesto en que se celebra este evento.
Se celebra, después de siglos de historia en que la España rural interior ha sido permanente desatendida por los políticos y ha perdido todos los trenes del desarrollo y del progreso que han pasado por delante. Sus consecuencias están a la vista: tremendas carencias de infraestructuras, de servicios, de desarrollo y una gran despoblación.
Se celebra, tras ser marginada de los sucesivos planes de desarrollo que han venido teniendo lugar en nuestro país desde los años sesenta.
Se celebra, tras seguir siendo olvidados, a pesar de la llegada de la democracia, por las dos tendencias políticas que han gobernado España, que han preferido mirar para otros lados de mayor rentabilidad electoral.
Se celebra, tras estar hartos de ver la sumisión del conjunto de las instituciones nacionales, regionales, provinciales y locales a los intereses partidistas y cómo pasan del que debía ser su esencial deber: atender los principales intereses de la ciudadanía que los ha votado.
Se celebra, cuando la sociedad civil ha empezado a despertar desde hace un tiempo en distintas áreas del basto territorio de la España interior y ha iniciado movilizaciones reivindicando lo que necesita y en justicia le corresponde. Cuando plataformas y movimientos como Teruel Existe, Soria Ya, Plataforma Ciudadana de Zamora y otros que han ido surgiendo, entre ellos La Otra Guadalajara, han empezado a decir: basta ya.
Que hayan surgido estos movimientos y que, además, por primera vez a lo largo de la historia celebren un encuentro nacional para intercambiar experiencias, hacer un pronunciamiento a nivel nacional y coordinar posibles acciones de lucha, es un hecho de gran relevancia que acabará convirtiéndose en un hito histórico si, como parece, los movimientos y plataformas siguen proliferando desde la sociedad civil y si, encuentros como éste, siguen teniendo continuidad.
Te informaré al regreso, Nicolás.
Te recuerdo a vuela pluma -llevo prisa- algunos rasgos acerca del contesto en que se celebra este evento.
Se celebra, después de siglos de historia en que la España rural interior ha sido permanente desatendida por los políticos y ha perdido todos los trenes del desarrollo y del progreso que han pasado por delante. Sus consecuencias están a la vista: tremendas carencias de infraestructuras, de servicios, de desarrollo y una gran despoblación.
Se celebra, tras ser marginada de los sucesivos planes de desarrollo que han venido teniendo lugar en nuestro país desde los años sesenta.
Se celebra, tras seguir siendo olvidados, a pesar de la llegada de la democracia, por las dos tendencias políticas que han gobernado España, que han preferido mirar para otros lados de mayor rentabilidad electoral.
Se celebra, tras estar hartos de ver la sumisión del conjunto de las instituciones nacionales, regionales, provinciales y locales a los intereses partidistas y cómo pasan del que debía ser su esencial deber: atender los principales intereses de la ciudadanía que los ha votado.
Se celebra, cuando la sociedad civil ha empezado a despertar desde hace un tiempo en distintas áreas del basto territorio de la España interior y ha iniciado movilizaciones reivindicando lo que necesita y en justicia le corresponde. Cuando plataformas y movimientos como Teruel Existe, Soria Ya, Plataforma Ciudadana de Zamora y otros que han ido surgiendo, entre ellos La Otra Guadalajara, han empezado a decir: basta ya.
Que hayan surgido estos movimientos y que, además, por primera vez a lo largo de la historia celebren un encuentro nacional para intercambiar experiencias, hacer un pronunciamiento a nivel nacional y coordinar posibles acciones de lucha, es un hecho de gran relevancia que acabará convirtiéndose en un hito histórico si, como parece, los movimientos y plataformas siguen proliferando desde la sociedad civil y si, encuentros como éste, siguen teniendo continuidad.
Te informaré al regreso, Nicolás.
martes, 11 de mayo de 2010
Punto y final a las misivas sobre el pacto de estado, Nicolás
Con esta, Nicolás, pongo fin a mis misivas relativas al pacto de estado. En mis anteriores cartas sobre esta cuestión, he pretendido ceñir mi crítica exclusivamente al comportamiento de las dos principales fuerzas en relación al pacto de estado y no a su política en general. Pero no cabe duda, que no he acertado en mis planteamientos, ya que en tus respuestas me has venido mezclando una cosa con la otra y eso, embarulla más que aclara. Creo, pues, que lo mejor es ponerle punto y final con esta carta a todo lo relativo al pacto de estado y, pasar a otros asuntos, Nicolás, que como dijera nuestro admirado poeta Miguel Hernández en la herejía a su amigo Ramón Sijé, tenemos que hablar de muchas cosas.
Hablando en términos generales, Nico, a mí no me han decepcionado nunca esas dos fuerzas políticas, por la sencilla razón de que siempre he esperado muy poco de ellas. Sin embargo, sí me han decepcionado en lo relativo al pacto de estado, porque la situación excepcionalmente difícil y dura por la que pasa nuestro país y sus gentes lo requería, y esperaba que en un una situción así, estuvieran a la altura de las circunstancias. Creía que ante dos crisis tan graves y de tan nefastas consecuencias, serían capaces de aparcar sus diferencias por un tiempo y hacer un pacto común, a fin de salir lo antes y lo mejor posible de la crisis, que es, por otra parte, lo que les demanda la mayoría de la ciudadanía; aunque superada la crisis, volvieran de nuevo a su exacerbado sectarismo y electoralismo y a tirarse los trastos a la cabeza como de costumbre.
No en vano, en España coinciden dos crisis a la vez, la general y la del ladrillo, que están destruyendo empleo y arruinando pequeños negocios de un modo infinitamente más masivo y virulento que en cualquier otro país de Europa, cuyo escenario exigía un compromiso unitario de ambas fuerzas a poca responsabilidad y sentido de estado que tuvieran; algo que han hecho otros países, como Alemania, a pesar de tener un panorama muchísimo menos sombrío que el nuestro. No es por casualidad, que Zapatero y Rajoy tengan la credibilidad por los suelos, según las encuestas, ni tampoco lo es, que en la última del CIS, recién salida del horno, aparezca por primera vez, Durán i Lleida como el líder mejor valorado que, -¡oh casualidad!- ha sido el primero y el único en proponer en serio un pacto de estado.
El PSOE y el PP, no sólo no han querido nunca un pacto de estado, sino que han huido de él en todo momento como quien huye de la peste, por más que fuera necesario y por más que lo demandara la ciudadanía, cosa de la que se ha dado cuenta todo el mundo, salvo la cohorte de irredentos e irreflexivos seguidores de ambas fuerzas. Tú, Nicolás, aunque no vivas el día a día de lo que acontece en nuestro país, también puedes entenderlo a poco que reflexiones sobre lo que dicen y hacen unos y otros.
Si observas la línea argumental de Zapatero desde el inicio de la crisis hasta hoy, te darás cuenta que, aparte de pueril y falsa, era rotundamente contraria al pacto de estado. En una primera fase ha estado negando la existencia de la crisis y, lógicamente, si no había crisis, tampoco se necesitaba un pacto de estado para salir de algo que no existía. Más tarde, y ante la imposibilidad de seguir negando la evidencia, se ha tirado casi dos años seguidos repitiendo como un papagayo, que al trimestre siguiente empezaríamos a remontar y claro, si estaba tan cerca la salida, evidentemente, tampoco hacía falta pacto de estado.
Y si te fijas en la otra fuerza y en su líder, Rajoy, te darás cuenta que se han convertido en los auténticos paladines del no a todo, pero sin propuestas alternativas. Te darás cuentas, que jamás ha salido de la boca de ninguno de sus dirigentes las palabras pacto de estado y que cuando a Durán i Lleida se le ocurrió proponerlo, se dedicaron a rechazarlo; primero a lo basto, diciendo que no y luego, cuando refinaron la táctica, diciendo que vale, pero poniendo como condición el que antes el PSOE rectifique su política y asuma la del PP. ¿Desde cuando un pacto se hace exigiendo a priori que una parte asuma la política de la otra? ¿Desde cuando un pacto de estado se hace poniendo la condición previa de que la fuerza que gobierna asuma por adelantado la política de la oposición? Los pactos -todos los pactos- consisten en sentarse en la mesa sin condicionamientos previos, con el espíritu de buscar aquello en lo que se pueda estar de acuerdo y de aparcar lo que no sea posible coincidir.
Ninguno de los dos partidos ha pretendido nunca el pacto, Nicolás, ninguna de las dos fuerzas ha querido anteponer los intereses del país y de la ciudadanía de hacer un gran acuerdo para salir cuanto antes y lo mejor posible de la crisis a sus intereses electorales partidistas. Los socialistas, soñaron ilusamente con que la crisis durara poco y se lo jugaron todo a la carta de salir adelante por sí mismos y de ese modo, presentarse a la contienda electoral cómo los que fueron capaces de sacar a España de la crisis, a pesar del PP que no quiso arrimar el hombro y sólo se dedicó a criticar. Y el PP, por su parte, dejando sólo al PSOE y al gobierno deliberadamente, para que se estrellen ante una tarea que les viene grande y que no pueden resolver en solitario, a fin de recoger todos los frutos del desgaste y ganar las elecciones sin despeinarse y sin contraer mérito alguno. ¡Que irresponsabilidad más grande por ambas partes! ¡Qué poca altitud de miras! ¡Qué poco sentido de estado! ¡Qué asco! ¡Que decepción más grande, Nicolás!
jueves, 6 de mayo de 2010
¡¡¡Qué decepcionante!!!
El día de ayer, Nicolás, lo he apuntado en mis notas, como el más descorazonador y decepcionante para la ciudadanía de nuestro país y, especialmente, para los que viven con más dificultades. Como el día en que el jefe del ejecutivo y el líder de la oposición hicieron todo cuanto estaba en su mano para desprestigiar y deslegitimar con su proceder el buen nombre de la política y a sus propios partidos, si es que a estos les cabe más desprestigio del que ya se han ganado a pulso.
La reunión de ayer entre Zapatero y Rajoy aconteció en medio de dos tremendas crisis, la general y la del ladrillo; en medio de una insoportable tasa de desempleo que sigue incrementándose, del cierre constante de infinidad de pequeños negocios y de otros gravísimos problemas ocasionados por la crisis; en medio de un desencanto mayoritario de la ciudadanía hacia los partidos por no unir sus fuerzas mediante un pacto de estado para salir antes y mejor de la situación; en medio de la bancarrota griega y el riesgo de que pueda suceder algo parecido en España y Portugal; en medio del ejemplo que nos dan los principales líderes políticos del país vecino, que tras el aviso griego, han entendido que deben aparcar provisionalmente sus diferencias políticas y abordar el problema unitariamente antes de que sea tarde; en medio de una credibilidad de ambos líderes políticos que está por los suelos, según las encuestas y tras dieciocho meses sin sentarse cara a cara a pesar de la que está cayendo.
Que en un contesto como el descrito, se reúnan al fin los dos líderes y que lo único que acuerden sea reformar las cajas de ahorros, sin tan siquiera sugerir ninguna de las dos partes el intentar abordar juntos los problemas de fondo del país mientras dure las crisis (¡¡¡Sin siquiera sugerirlo, Nicolás!!!), es una auténtica irresponsabilidad política, una forma descarada de echarle la espalda a lo que precisa y les viene demandando la ciudadanía desde hace tiempo; un vano intento de simular a través de un acuerdo parcial y menor, que por sí mismo no resuelve nada determinante para salir de la crisis, que tienen voluntad de pacto, o si lo quieres más claro, Nicolás, es una manera de considerarnos idiotas. Es algo así, como si alguien al que le duele una muela y, además se le ha perforado el estómago, le dijeras que no se preocupe, que vaya al dentista y que allí le solucionarán lo principal de su mal.
Lamentable, las principales fuerzas políticas de nuestro país pueden hacer prácticamente lo que quieran sin que sea fácil infligirles un castigo electoral que los desplace del poder, ya que se han dotado de resortes más que suficientes para evitarlo; entre otros, el de procurarse el sistema electoral –listas cerradas y bloqueadas- más recalcitrante de Europa, en cuyas listas nos cuelan de vez en cuando a pesebreros, sumisos y trepas que en una listas abiertas no los votarían ni los de su familia y, por otra parte, los cargos electos en la práctica no dependen de sus votantes, sino de los dirigentes del partido que los han puesto en las candidaturas y que pueden no volver a contar con ellos si no son dóciles con el partido, o el de imponer la ley D’hondt que prima desmesuradamente a las fuerzas mayoritarias y castiga al resto.
Disponen, en fin, de instrumentos suficientes como para garantizarse, que lo hagan bien o mal, seguirán repartiéndose ambas fuerzas casi todo el poder de las instituciones a todos los niveles, sin que le sea fácil a la ciudadanía conseguir un cambio en la correlación de fuerzas de dichas instituciones, por descontenta que esté y por mucho que se abstenga, vote en blanco o de su voto a otras fuerzas minoritarias. Ya les vale.
La reunión de ayer entre Zapatero y Rajoy aconteció en medio de dos tremendas crisis, la general y la del ladrillo; en medio de una insoportable tasa de desempleo que sigue incrementándose, del cierre constante de infinidad de pequeños negocios y de otros gravísimos problemas ocasionados por la crisis; en medio de un desencanto mayoritario de la ciudadanía hacia los partidos por no unir sus fuerzas mediante un pacto de estado para salir antes y mejor de la situación; en medio de la bancarrota griega y el riesgo de que pueda suceder algo parecido en España y Portugal; en medio del ejemplo que nos dan los principales líderes políticos del país vecino, que tras el aviso griego, han entendido que deben aparcar provisionalmente sus diferencias políticas y abordar el problema unitariamente antes de que sea tarde; en medio de una credibilidad de ambos líderes políticos que está por los suelos, según las encuestas y tras dieciocho meses sin sentarse cara a cara a pesar de la que está cayendo.
Que en un contesto como el descrito, se reúnan al fin los dos líderes y que lo único que acuerden sea reformar las cajas de ahorros, sin tan siquiera sugerir ninguna de las dos partes el intentar abordar juntos los problemas de fondo del país mientras dure las crisis (¡¡¡Sin siquiera sugerirlo, Nicolás!!!), es una auténtica irresponsabilidad política, una forma descarada de echarle la espalda a lo que precisa y les viene demandando la ciudadanía desde hace tiempo; un vano intento de simular a través de un acuerdo parcial y menor, que por sí mismo no resuelve nada determinante para salir de la crisis, que tienen voluntad de pacto, o si lo quieres más claro, Nicolás, es una manera de considerarnos idiotas. Es algo así, como si alguien al que le duele una muela y, además se le ha perforado el estómago, le dijeras que no se preocupe, que vaya al dentista y que allí le solucionarán lo principal de su mal.
Lamentable, las principales fuerzas políticas de nuestro país pueden hacer prácticamente lo que quieran sin que sea fácil infligirles un castigo electoral que los desplace del poder, ya que se han dotado de resortes más que suficientes para evitarlo; entre otros, el de procurarse el sistema electoral –listas cerradas y bloqueadas- más recalcitrante de Europa, en cuyas listas nos cuelan de vez en cuando a pesebreros, sumisos y trepas que en una listas abiertas no los votarían ni los de su familia y, por otra parte, los cargos electos en la práctica no dependen de sus votantes, sino de los dirigentes del partido que los han puesto en las candidaturas y que pueden no volver a contar con ellos si no son dóciles con el partido, o el de imponer la ley D’hondt que prima desmesuradamente a las fuerzas mayoritarias y castiga al resto.
Disponen, en fin, de instrumentos suficientes como para garantizarse, que lo hagan bien o mal, seguirán repartiéndose ambas fuerzas casi todo el poder de las instituciones a todos los niveles, sin que le sea fácil a la ciudadanía conseguir un cambio en la correlación de fuerzas de dichas instituciones, por descontenta que esté y por mucho que se abstenga, vote en blanco o de su voto a otras fuerzas minoritarias. Ya les vale.
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