Poner sobre el tapete todo lo que se ha puesto en el Parlamento,
me parece un gran éxito con independencia de que la moción no haya prosperado.
Se ha puesto en evidencia a los ojos de toda España y donde toca hacerlo, en el
Parlamento; la corrupción estructural del PP y sus porqués; sus controles y
manipulaciones de todos los poderes y se ha demostrado con toda claridad que
Podemos tiene un programa orientado hacia las clases humildes y también se ha puesto en evidencia parodiando la canción, el Podemos verdadero/el Podemos verdadero/ni se compra ni se vende/no hay en los bancos dinero/para comprar a Podemos...
No menor, me parece el
éxito de Irene Montero y Pablo Iglesias. El de Iglesias me lo esperaba, daba
por hecho que tendría el tono y el contenido indicado para la ocasión, pero no
así que lo llevaría tan preparado y documentado. Pero el de Irene Montero, me
ha sorprendido por completo, porque en lo que la había escuchado, me parecía
que no tenía los registros oratorios apropiados para ser portavoz del Parlamento;
cosa que ya había criticado desde que la
pusieron de portavoz; pero su gran discurso, me obliga a rectificar, cosa que
hago con mucho gusto, a la vez que pido disculpas por la desacertada valoración
que tenía de Irene en este sentido.
También me alegro del discurso del portavoz del PSOE, que ha utilizado
un tono bastante más positivo que de costumbre, de cara a posibles alianzas de
izquierda. Creo, además, que si no fuera por la proximidad del delicado y difícil Congreso de los
socialistas de este fin de semana, probablemente el discurso habría sido de mayor cercanía todavía
hacia Unidos Podemos.
Pero volviendo a Unidos Podemos, hay que asirse a la humildad con todas las fuerzas y huir de
la autosatisfacción y el engreimiento como quien huye de la peste. Además queda mucha tarea por hacer en otro principio
vital: no es posible ser hacia afuera, hacia la ciudadanía, lo que no se es a
nivel interno. En este sentido, urge empezar a corregir las carencias y errores
cometidos en Vista Alegre II y culminar la tarea en Vista Alegre III. A saber.
1) La primera, para que no se me olvide,
meterle mano a fondo al despilfarro de las instituciones y administraciones
públicas, suprimir algunas, reformar otras y barrer el dedismo y el clientelismo en todas ellas. Se podrían tener unas
instituciones que funcionaran más eficazmente con diez mil millones menos de
gastos cada año en la mismas, cuyo ahorro anual sería de paso, un argumento
sensacional para reforzar la credibilidad de la financiación del programa
de Podemos.
2) Rehacer de inmediato las responsabilidades
políticas e institucionales y la presencia mediática en Podemos y ofrecer una imagen
más coral y eficaz, con algunas personas muy destacadas que suman y mucho, pero que: o bien no se ha hecho justicia con ellas, o bien se les ha relegado a la segunda
fila, que es como se percibe a los ojos de muchos posibles votantes. Y todo,
por la mala interpretación de la victoria de los ganadores de Vista Alegre II.
Me estoy refiriendo a que es necesario que Iñigo Errejón, Carolina Bescansa,
también Alberto Garzón, aunque no sea de Podemos, junto con Iglesias e Irene,
son cinco dirigentes destacados que deben aparecer en primera fila, pues todos
ellos, hoy por hoy, son muy necesarios para ofrecer una excelente imagen de
capacidad, coralidad y pluralidad. Prescindir o reducir el papel de cualquiera
de ellos es un despilfarro que Podemos no se puede permitir.
3) Celebrar el Vista Alegre III con
anticipación suficiente a que comience la nueva etapa de comicios sucesivos con
las municipales y de varias Autonomías de 2019.
4) Que de cara a Vista Alegre III, el siguiente
Consejo Estatal sea definitivamente el Consejo de los Círculos; es decir, que
los cargos se elijan desde los mismos; para lo cual, hay que suprimir la
circunscripción única que evite presentar candidaturas generales y partir del
ámbito de las CCAA. En cada una de ellas, se deberían concretar con criterios
objetivos los representantes que correspondan a cada circunscripción y, a través
de listas abiertas y desbloqueadas, se presentarían aquellos candidatos de los
círculos que lo deseen, saliendo elegidos para el Consejo Estatal, los que tengan mayor número de votos,
con la corrección de género que corresponda.
5) Se ha comprobado ya, con total claridad,
que las listas de circunscripción única no conduce a elegir a los mejores, sino
a los amigos o personas de confianza de unos pocos de arriba que son las únicas personas que conocen todo el partido y tienen los hilos necesarios. Por otra parte, la
listas de circunscripción única crean por sí mismas corrientes; y aquí se trata
de mantener y respetar al límite la
pluralidad; que es perfectamente posible sin la existencia de corrientes.
6) Elegir por los inscritos al
candidato a Presidente del gobierno del país y de las CCAA; pero no a los secretarios generales que, en mi opinión, son figuras de las que se debe prescindir en
un partido como éste, que pretende hacer la política de otra manera más participativa y menos liderista y jerarquizada.
7) Que el Consejo Estatal, en vez de
nombrar una Ejecutiva, nombre una Comisión de Portavoces que, como si fuera un
Gobierno, coordinen y dirijan el día a día de Podemos de un modo coral a la
manera, por ejemplo de Compromís, y con
un Coordinador General externo que ponga voz y representatividad al Partido y
otro interno que haga funciones semejantes a los antiguos Secretarios de
Organización. Eso sí, esa comisión de Portavoces estaría obligada a someterse
al control del Consejo Estatal, a dar cuenta de su actividad cada vez que el
Consejo se reúna y, por supuesto a actuar de conformidad con los acuerdos
tomados en el mismo.
8) Hay que considerar las consultas a los inscritos, como un herramienta complementaria de la democracia del partido, pero no como el factor principal. No es lo mismo, ni parecido participar cuando decidan o les convengan a los de arriba a través de las consultas, que participar directamente en el Consejo Estatal desde los círculos, porque la participación democráticamente auténtica, es poder estar presente desde el principio con voz y voto en todo el proceso de debate de cualquier punto, en su aprobación y en su seguimiento. ¿O no?